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GESTIÓN
                        PEDAGÓGICA




               Me emociono mucho cuando hablo de esto,         Al contrario, me gusta estar con los chicos,
               porque pienso en la muerte y, quiero que        me gusta estar con ustedes, me gusta pasear,
               cuando yo me muera, deje esta vida, pueda       me gusta ver y estar en los salones, me gusta
               encontrarme en la otra y mirarme.               encontrarnos con los niños por el corredor,
                                                               me gusta mirar, que saltan y que corren, que
               Eduardo  Medina:  Y  en  estos  36  años  de    se  ríen;  es  mi  mundo,  más  que  estar  acá
               vocación,  ¿qué  otro  cargo,  o  qué  otros    sentada (...). Mirar sus caras, el mirar si están
               estudios ha realizado después de tomar la       contentos o no, y es eso lo que las madres
               decisión del convento?                          han hecho conmigo hasta hoy.


               Madre  Directora:  Bueno,  cuando  ingresé      Amira Jayo: Con todo lo que usted nos ha
               todo el mundo decía que yo era muy feliz. Las   narrado,  ¿cómo  podría  describir  a  la
               madres  me  valoraron  más  de  lo  que  yo     comunidad en tres caracterís cas?
               p e n s a b a ,   m e   d i e r o n   t o d a s   l a s
               oportunidades; estudié en el Ins tuto Santo     Madre  Directora:  Yo  había  anotado  tres
               Domingo y me gradué a los 21 años. Ya era       palabras que realmente me encantan y que
               profesional,  imagínense,  porque  los          me  gustaría  compar rlas,  ¿no?.  Son  el
               ins tutos,  en  aquella  época  daban  la       entusiasmo, el deseo de conocer a Dios de
                tulación de cuatro años, así que terminé       dis ntas maneras y es algo con lo que hemos
               muy joven. A la par enseñaba y estudiaba,       ido trabajando con el profesor Alfonso y yo
               tenía  mis  organizaciones  en  el  convento  y   veo que es una forma ru naria. Necesitamos
               luego las madres apostaron por mí. A los 26     poner otro es lo, otro  nte al conocimiento
               años fui a Argen na, allí estuve cinco años,    de Dios, porque yo los siento a ustedes con
               hasta  mis  31  años.  Retorné  a  Perú         mucho  deseo  en  conocer  a  Dios  de  otra
               nuevamente  y  desde  ahí  las  madres  me      manera.  El  entusiasmo,  como  les  decía,
               sentaron en un escritorio y una silla hasta     porque  cuando  ustedes  están  en  ese
               que llegué al Colegio Reina de los Ángeles y    entusiasmo, veo sus rostros que desbordan
               fue decisión personal no querer ser directora   en eso ¿no?. Y otra cosa que me encanta es
               allá, dije: “no quiero ser directora más, en las   que siento que ustedes quieren crecer, o sea,
               sillas, y quiero regresar a las aulas”. Así que   siento que están pendientes de los mensajes
               quise darme un  empo, un espacio para mí,       que  les  pueda  dar,  siento  que  son  muy
               y  regresé  a  Capullanas,  dónde  volví  a  mi   respetuosos a mi pensamiento, que ello es
               mundo:  los  jóvenes.  Enseñaba  tercero,       algo extraordinario: cosa que yo les pueda
               cuarto  y  quinto  de  secundaria,  y  era  mi   decir, cosa que ustedes intentan cuidar y esa
               pasión de verdad, fue la etapa más hermosa      dinámica me emociona mucho, lo digo de
               de mi vida, y al año de esa plenitud de mi      todo  corazón.  Entonces,  creo  que  son  las
               vocación,  nuevamente,  me  volvieron  a        palabras  mágicas  que  encuentro  en  esta
               sentar en otra silla hasta ahora, y creo que,   comunidad educa va y lo que voy captando
               no es algo que me guste, les soy muy sincera,   también de ustedes, de los lunes cuando nos
               no me gusta estar sentada en una silla.         encontramos,  en  los  recreos  en  que  nos
                                                               vemos, así como en los pasillos, en la mirada
                                                               de sus maestros y en el miedo.











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