Page 170 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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tava, profligatis Viromanduis, quibuscum erant congres­
       si,  ex loco  superiore,  in  ipsis  fluminis  ripis  proeliaban­
       tur. (4) At, totis fere a fronte et ab sinistra parte nudatis
       castris*,  cum in dextro cornu legio*  duodecima et, non
        magno  ab  ea  intervallo,  septima  constitisset,  omnes
        Nervii,  confertissimo  agmine*,  duce  Boduognato,  qui
        summam imperii tenebat, ad eum locum contenderunt;
        (5)  quorum  pars  aperto  latere  legiones  circumvenire,
        pars  summum  castrorum locum petere coepit.

           XXIV.     (1)  Eodem  tempore equites*  nostri levisque ,
        armaturae* pedites qui cum iis una fuerant, quos primo
        hostium impetu pulsos  dixeram, cum se in castra*  reci­
        perent,  adversis  hostibus  ocurrebant  ac  rursus  aliam
        in  partem fugam  petebant, (2)  et calones,  qui  ab  decu­
        mana*  porta ac  summo iugo collis  nostros  victores  flu­
        men  transisse  conspexerant,  praedandi  causa  egressi,
        cum  respexissent et  hostes  in nostris  castris versari vi­
        dissent,  praecipites  fugae  sese  mandabant.  (3)  Simul
        eorum qui  cum impedimentis* veniebant  clamor fremi-


        colina  a  los  viromanduos,  con  quienes  habían  trabado  combate,  seguían
        luchando  en  las  mismas  orillas  del  río.  (4)  Pero,  habiendo  quedado  casi
        todo  el  campamento  desguarnecido  por  delante  y  por  la  izquierda,  es­
        tando  apostada  en  el  lado  derecho  la  legión  duodécima  y,  a  no  mucha
        distancia,  la  séptima,  todos  los  nervios,  en  filas  apretadísimas  y  a  las
        órdenes  de  Boduognato,  que  tenía  el  mando  supremo,  se  lanzaron  contra
        aquel  lugar;  (5)  una  parte  de  ellos  trató  de  envolver  a  las  legiones  por  el
        lado  descubierto,  otra  quiso  alcanzar  la  parte  más  elevada  del  campa­
        mento.
          XXIV.   (1)  Al  mismo  tiempo,  nuestros  jinetes  y  los  infantes  ligeros
        que  les  acompañaban,  los  cuales,  como  ya  he  dicho,  habían  sido  derro­
        tados  por  el  enemigo  en  el  primer  encuentro,  al  retirarse  al  campamento
        tropezaban  con  los  enemigos  y  nuevamente  huían  hacia  otro  lado,  (2)  y
        los  calones,  que  desde  la  puerta  decumana,  en  la  cumbre  de  la  colina,
        habían  visto  a  los  nuestros  pasar  vencedores  el  río,  saliendo  a  hacer  bo­
        tín,  al  volver  la  vista  atrás  y  ver  que  los  enemigos  se  hallaban  en
        nuestro  campamento,  comenzaron  a  huir  precipitadamente.  (3)  En  medio
        de  todo  esto  se  alzaban  las  voces  y  alaridos  de  los  que  venían  con  los
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