Page 66 - Mi bebé y yo 342 - Julio/Agosto 2021
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#lactanciaenverano
CORRECTA CONSERVACION DE LA LECHE
Si, por algún motivo, necesitas extraerte leche en verano, recuerda que es importante mantener las normas de conservación pertinentes para realizarlo con la máxima seguridad. Si tienes que transportar la leche materna, y esta no va a ser consumida en
las próximas cuatro horas, utiliza siempre
una nevera portátil con paquetes de hielo.
BUSCA SIEMPRE ACOMPAÑAMIENTO Y SOPORTE
Ten siempre a mano un profesional especializado en lactancia que pueda orientarte en la resolución de dudas o incidencias que puedan surgir.
Esto te ayudará a sentirte mucho más segura y con ada con tu lactancia.
6 DISFRUTA DEL VIAJE
Viajar con tu bebé es una experiencia maravillosa. Tómate el tiempo necesario para realizar el viaje y, si es en coche, adapta los descansos según
las veces que el bebé lo requiera.
Si el viaje es en avión, es recomendable amamantar a demanda, sobre todo, en el despegue y el aterrizaje, para aliviar las molestias del bebé ocasionadas por la descompresión
del oído medio.
El cambio de rutinas y de horarios también in uye en la demanda del bebé. En muchas ocasiones,
el pecho es su forma de conexión con la madre,
el lugar donde el pequeño se siente tranquilo
y seguro. Por ello, no es raro que, ante una salida
o un cambio de ubicación, reclame el pecho
con más frecuencia. Ahora que lo sabes, no te preocupes por nada y disfruta de estos ratitos
de unión.
Asimismo, a veces, cuando salimos de vacaciones, establecemos un plan que ocupa nuestro día al máximo, con la intención de realizar un montón
de actividades o visitas. Pero, cuando viajamos con un bebé, se recomienda tener un plan
más exible, en el que se respeten sus ritmos
y necesidades (comida, siestas...).
De este modo, encontraréis un equilibrio en el viaje y resultará mucho más placentero para toda la familia.
#66# Mibebeyyo
Existen numerosos mitos relacionados con las tomas al pecho, pero, en verano, salen a relucir, sobre todo, dos de ellos:
LA NECESIDAD DE SUPLEMENTAR CON AGUA.
Un mito muy extendido es el de ofrecer agua al bebé que está siendo alimentado con lactancia materna exclusiva. Sin embargo, esta práctica no es correcta, ya que el bebé amamantado no debe tomar otra cosa que no sea leche materna (a no ser que un profesional médico indique lo contrario), incluso si las temperaturas son elevadas.
Casi el 90% de la leche materna es agua, por lo que cumple a la perfección su función de hidratación. Además, la leche materna es un “líquido vivo”, porque se adapta a las necesidades del bebé
y varía su composición durante la misma toma.
LA LECHE HA DEJADO DE ALIMENTAR.
Ante el cambio de comportamiento del bebé
por el aumento de sus necesidades, la explicación más común es que la leche ha dejado de ser tan nutritiva como lo era anteriormente, lo cual no tiene ninguna evidencia. La leche materna siempre alimenta; en este caso, simplemente, nuestro bebé tiene más sed.
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