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#32# Mibebeyyo
APARATO DIGESTIVO: los síntomas
más frecuentes son vómitos, diarrea, dolor abdominal, rechazo del alimento, cólico y fallo en el medro (la talla y el peso van retrasados con respecto a la edad cronológica del niño). APARATO CARDIOVASCULAR: las señales más evidentes son hipotensión y mareo. APARATO RESPIRATORIO Y OJOS: crisis asmáticas, tos seca con poca respuesta a los tratamientos convencionales, rinitis recidivantes y rinoconjuntivitis son las manifestaciones
más comunes.
REACCIONES SISTÉMICAS, como el shock ana láctico, que es una reacción alérgica
en todo el cuerpo, que puede ser mortal.
Los alérgenos responsables más frecuentes son medicamentos, alimentos y picaduras
o mordeduras de insectos.
Además, existen una serie de “estigmas atópicos”, que son signos menores que sugieren alergia y que el pediatra investigará siempre en los niños posiblemente alérgicos, dado que su presencia apoya el diagnóstico de alergia, y que comentaremos más adelante.
MANIFESTACIONES RESPIRATORIAS
DE LA ALERGIA
Clásicamente, se identi can dos: el asma y la rinitis alérgica. Conozcámoslas en profundidad.
ASMA
• El asma se de ne como un síndrome que
se caracteriza por episodios recurrentes de di cultad respiratoria debido a la disminución del calibre de los bronquios (broncoespasmo),
la in amación de los mismos y la hipersecreción de moco espeso. Esta reacción asmática
es habitualmente reversible, bien de manera espontánea o como respuesta al tratamiento adecuado.
• El núcleo fundamental de la enfermedad
es un aumento de la sensibilidad de los bronquios (hiperreactividad) ante las diversas agresiones del ambiente: alérgenos (neumoalérgenos), infecciones (por virus), agentes irritantes físicos o químicos (contaminantes), ejercicio físico, incluso emociones, todos ellos interrelacionados
por un estado in amatorio crónico bronquial.
• Todos los factores desencadenantes descritos pueden ser responsables del asma, pero,
en cada niño o niña, y en cada momento, alguno o varios de ellos serán la causa determinante que habrá que indagar y tratar. Estos factores no son excluyentes entre sí,
sino al contrario; con frecuencia, un paciente alérgico puede presentar un cuadro de broncoespasmo desencadenado por una infección vírica y un niño con asma relacionada con procesos infecciosos víricos puede más adelante desarrollar una sintomatología provocada por neumoalérgenos.
Con estos comentarios, se pretende señalar
que la alergia respiratoria es una de las causas del desencadenamiento de una crisis asmática, en muchos casos, la más importante, incluso la más frecuente, pero no la única. En los lactantes y en los menores de dos años, es más frecuente que sean los virus respiratorios, incluido el SARS-CoV-2, los responsables de las crisis,
más que la alergia, que puede ir adquiriendo preponderancia con el paso del tiempo.