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#lahigienedelbebé
NARICITA DESPEJADA
El bebé necesita que eliminemos sus secreciones nasales para poder respirar mejor. Esta operación también sirve para prevenir algunas patologías de
las vías respiratorias y para atenuar los síntomas de las alergias. En los primeros meses, el lavado nasal
es una necesidad, puesto que el recién nacido todavía no respira por la boca, de manera que su naricita debe estar liberada.
A medida que el pequeño empieza a respirar por la boca, la costumbre de limpiarle la nariz se convierte en un apoyo para el correcto desarrollo maxilofacial, que se altera si el niño siempre tiende
a estar con la boca abierta.
CÓMO LIMPIARLA
Solo hace falta una jeringa, sin
aguja, con la que instilar, ejerciendo una suave presión, 5 ml de solución siológica dos veces al día. No hay que ponerle en una postura concreta; tan solo mantenerle en posición semiincorporada. Como alternativa, existen formulaciones en espray o ampollas monodosis que se aplican directamente en la nariz.
QUÉ EVITAR
La solución siológica debe estar
a temperatura ambiente. No debe guardarse en el frigorí co. El líquido no debe “dispararse” con demasiada fuerza; de lo contrario, llegaría directamente a la garganta, provocando el re ejo de apnea
o inhalación. La cantidad siempre debe ser adecuada a la edad del pequeño.
OJITOS BRILLANTES
Es conveniente lavar la carita del bebé con agua templada todos
los días. Es lo que se necesita para mantener la higiene de la delicada zona ocular. Si el ojo estuviese un poco irritado en el ángulo interno
y se observasen secreciones, no signi caría que el ojo esté sufriendo una infección. Por el contrario, en muchas ocasiones, solo se trata de la consecuencia, sin importancia, de un resfriado, o bien de un posible contacto con las manitas cuando no estaban perfectamente limpias. En este caso, se puede recurrir a una gasa estéril empapada en agua hervida, o bien a una toallita emoliente y calmante de usar y tirar, para una limpieza más profunda de los márgenes
de los párpados.
La conjuntivitis se acompaña
de unas secreciones más densas y abundantes, capaces de pegar las pestañas y enrojecer el ojo.
CÓMO LIMPIARLOS
No hay que tener miedo a lavar la cara al bebé, desde bien pequeñito. La única precaución que hay que tomar es usar siempre una toalla que únicamente se utilice para
el pequeño, como se hace con el cepillo de dientes, así como cambiar las sábanas y las fundas con frecuencia.
QUÉ EVITAR
Durante las operaciones de limpieza de los ojos, es necesario tener nuestras uñas bien cortas, y lavarnos las manos siempre. Asimismo, debemos evitar abrir el ojo del bebé de forma brusca.
#38# Mibebeyyo