Page 43 - Mi bebé y yo 337 Nov-Dic_2020
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UN MAR DE DELICADEZA
La conservación del pescado es tanto más breve cuanto más pequeño
y rico en grasa sea el pescado. Las sardinas y las anchoas deben consumirse el mismo día de la compra, mientras que pescados como el salmón
o el cazón se conservan más tiempo, sobre todo, si se envasan al vacío. En cualquier caso, cuando se compra pescado fresco, es fundamental limpiarlo lo antes posible de vísceras, así como lavarlo y secarlo bien antes de ponerlo en la nevera, a ser posible, en un recipiente hermético de vidrio. Como en el caso de la carne, si queremos conservar el pescado durante más tiempo, lo debemos poner en la zona más fría del frigorí co. Sin embargo, recordemos que no tiene sentido comprar carne o pescado frescos con la intención de congelarlos en casa. Para este  n, son mejores y más seguros los productos que ya han sido ultracongelados industrialmente.
En el caso de la fruta, se puede tener siempre fresca, eligiendo piezas con diferentes grados de maduración. En este sentido, se puede aprovechar la capacidad que tienen algunas frutas de influir en el proceso de maduración de otras (frutas climatéricas), cuando se ponen cerca de ellas. Además de las manzanas, los plátanos, los kiwis y las peras pertenecen a esta categoría, y no solo continúan su maduración una vez cogidos del árbol, sino que emiten etileno, una  tohormona que estimula la maduración de otras frutas. Así, si nos gusta el aguacate, por ejemplo, podemos comprarlo un poco duro y verde, y mantenerlo en el frigorí co durante mucho tiempo. Un par de días antes de consumirlo, lo podemos sacar del frigorí co y ponerlo en una bolsa de papel junto con una manzana y un plátano, que le llevarán a madurar rápidamente.
LOS PEQUEÑOS TIENEN PREFERENCIA
Siguiendo con el tema de mantener los alimentos frescos, en el momento de la compra de las frutas
y las hortalizas, es importante seguir esta sencilla regla: cuanto más pequeñas y blanditas, antes deben comerse. Es el caso de las moras, los arándanos,
las frambuesas y las fresitas silvestres, que son
un portento de bene cios y salud, pero que duran muy poco tiempo, y son las primeras que deben consumirse. Del mismo modo, deben degustarse deprisa los tomatitos “cherry” y los dátiles frescos,
así como la lechuga, dada la sutileza y la fragilidad
de sus hojas.
Por el contrario, al  nalizar las existencias de nuestra nevera, nos llevaremos la grata sorpresa de encontrar aún hinojo, zanahorias, apio, manzanas, peras
y, quizás, mango, todavía crujientes y  rmes.
Mibebeyyo #43#
Maduración controlada


































































































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