Page 42 - Mi bebé y yo 337 Nov-Dic_2020
P. 42

#entiemposdecovid
Las bacterias y el moho son las causas más peligrosas de alteración de los alimentos.
Se encuentran en cualquier parte, se desarrollan rápidamente y, a menudo, son dañinos para la salud. Sin embargo, estos microorganismos también tienen puntos débiles:
les cuesta reproducirse con el frío, necesitan agua para vivir, y algunos, también aire. Asimismo, el calor intenso los mata. Dicho esto, la prudencia nunca es demasiada, sobre todo, en lo que respecta a un microorganismo que constituye un riesgo añadido para las embarazadas y los bebés, la listeria. En las futuras mamás, produce trastornos similares a los de la gripe, y puede incluso provocar el parto prematuro en el tercer trimestre, o bien un aborto si la mamá se encuentra entre el tercer y el sexto mes de gestación. En el bebé, provoca di cultad respiratoria, insu ciencia cardíaca, cianosis y pequeños granulomas difusos. ¿Cómo defenderse? La cocción cuidadosa destruye la listeria, de manera que
la primera regla es cocinar muy bien los alimentos, sobre todo, en el caso de la carne
de cerdo y de ave, así como no dejarse tentar por los quesos de pasta blanda elaborados en condiciones higiénicas precarias o, peor aún, con leche cruda.
¿RESERVAS DE CARNE? SI SE QUIERE, SE PUEDE
Si queremos tener una reserva abundante de carne fresca de nuestro carnicero de con anza, tengamos presente que las piezas grandes se conservan mucho mejor que los  letes, y no digamos la carne picada. Podemos encargar una buena pieza de carne, que después  letearemos nosotros mismos en casa a la hora de consumirla. Para ello, el propio carnicero nos puede dar indicaciones sobre cómo hacerlo. Todavía es mejor si conservamos la pieza envasada al vacío. Una pieza para rustir “sellada” de este modo, conservada en la zona más fría del frigorí co, puede durar sin problemas hasta diez días. En cambio, si compramos la carne
en el supermercado ya envasada en una bandeja, debemos dar preferencia
a los establecimientos que la presentan con la fecha de caducidad en la etiqueta, y conservarla en su envase original hasta su consumo. Hoy en día, las bandejas de poliestireno suelen ser termoformadas, provistas de una película de material plástico, lo que garantiza que su atmósfera interna se mantiene inalterada, además de disponer de un material superabsorbente en el fondo, que “atrapa”
la sangre y los líquidos, reduciendo drásticamente la posibilidad de alteración.
ENVASES
ADECUADOS
Cuando se abre una lata
de conserva (por ejemplo, de tomates pelados),
el contenido que pueda sobrar se debe trasladar
a un recipiente de cierre hermético. El material también cuenta. Es decir, las bandejas de aluminio se prestan, sobre todo, para la congelación, mientras que, para la nevera, son más adecuados los recipientes herméticos de plástico o vidrio. El  lm transparente representa una buena solución para muchos alimentos, siempre y cuando se elija el tipo adecuado. Para los quesos y los embutidos, se debe optar por plásticos resistentes al contacto con las grasas, mientras que, para las verduras, son perfectas las películas de plástico microperforado, puesto que las dejan transpirar.
#42# Mibebeyyo
Fresco, sí; crudo, no
No, a los enemigos de las mamás y los bebés


































































































   40   41   42   43   44