Page 12 - MIB 348 MAYO-JUNIO 2022
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#cómoaprenderagestionarlas
¿QUÉ PROVOCA UNA RABIETA?
A partir de los dos años, los niños ya tienen la capacidad cerebral
de visualizarse con aquello
que quieren, o haciendo aquello que quieren. Por eso, insisten tanto y son persistentes manifestándolo. Cuando los adultos les damos
una respuesta que no es la que esperan, y que no les permite hacer realidad esa visualización que ellos tienen, se enfadan. Y es ahí cuando aparece la rabieta. Ese enfado y esa frustración se expresan de esa manera porque los niños aún no tienen la capacidad de gestionar esas emociones tan intensas.
Su cerebro aún no está preparado para inhibir, disminuir o frenar esa explosión de emociones. Además, es muy necesario para ellos liberar toda esa energía producida por
su actividad cerebral.
• Las situaciones que hacen que esto suceda con más frecuencia son las relacionadas con alguna necesidad básica no cubierta:
por ejemplo, cuando están más cansados y tienen sueño, o cuando experimentan hambre, sed, o calor/frío. En ocasiones, no saben detectar exactamente qué es lo que sienten, y, por eso, están más irritables y mani estan emociones de un modo más intenso.
• Las rabietas también pueden estar provocadas por un cambio de hábitos dentro del hogar.
Los niños se sienten seguros dentro de sus rutinas y, si perciben algo diferente, puede que
a algunos les desestabilice.
• Otras veces, los niños perciben
un ambiente más tenso en casa, porque, quizás, estamos atravesando temporadas más estresantes,
o no nos estamos entendiendo bien con algún miembro de la familia.
Y a ellos les llega esa tensión,
que, sin lugar a dudas, repercute
en su comportamiento. Pero no solo repercute en el comportamiento
del niño, sino que también se hace notar en la manera en la que nos relacionamos con él (puede que tengamos menos paciencia o menos tiempo para compartir).
Eso termina desencadenando
una respuesta emocional que, muchas veces, puede ser contraria a la que justamente necesitamos (más llamadas de atención,
más llantos y más enfados).
• En esta etapa de la vida, los niños son capaces de entender muchos conceptos y están conociendo algunas normas sociales. Ellos pueden recibir una información errónea respecto a una determinada situación (por ejemplo, ven el parque de camino a casa y solo por estar pasando por allí interpretan que nos quedaremos a jugar), lo que
puede dar lugar a más berrinches para manifestar el descontento
y la oposición a esa idea.
• También es bueno recordar que esta etapa del desarrollo coincide con la adquisición de una mayor autonomía. Les encanta explorar
el mundo, aunque mantengan la mirada  ja en nosotros, en busca de seguridad. Esto les lleva a tomar decisiones por sí mismos. Pero, muchas veces, esas decisiones son truncadas por nosotros, y esto es algo que les cuesta comprender.
• Por último, otro de los motivos que puede dar lugar a estos episodios de rabietas es la capacidad lingüística que los niños tienen
a los dos años. En ocasiones,
no son capaces de expresar a través de un lenguaje oral claro
lo que quieren decir, para que nosotros les podamos entender, y eso les provoca mucha frustración y enfado.
#12# Mibebeyyo


































































































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