Page 61 - Mi bebe yo 341 - Junio 2021

EFUERTE DOLOR DE ESPALDA
Con el aumento progresivo del peso del bebé, que carga los músculos lumbares, es frecuente que la futura mamá sufra dolor de espalda en
los últimos meses de embarazo. Pero, si el dolor es fuerte, similar al de la menstruación, y viene acompañado de contracciones y una sensación de presión en el bajo vientre, es necesario consultar a la matrona o al ginecólogo, ya que estos síntomas pueden ser la señal de alarma
de una amenaza de aborto. Entre los síntomas potenciales de amenaza de aborto, están las pérdidas de sangre. En las primeras semanas
de embarazo, unas pequeñas pérdidas de sangre pueden ser normales, ya que se deben a la rotura de un capilar durante la implantación del embrión en la pared del útero. Hay que consultar al médico si la sangre es roja, abundante (tipo menstruación), y noAse produce después de una relación sexual.
TE FALTA UN POCO DE AIRE
El aumento de peso hace que cada movimiento requiera un mayor esfuerzo. Por lo tanto,
es normal que, a veces, falte un poco de aire. Asimismo, en los últimos meses, el mayor volumen del útero eleva el diafragma y reduce
el espacio para los pulmones. Una sensación de falta de aire es muy habitual y no debe preocupar a la futura mamá. No indica que exista un problema respiratorio, sino que obedece
MOLESTUIAS URINARIAS
Y ESCOZOR
Desde las primeras semanas,
la acción de las hormonas relaja
la musculatura de las vías urinarias. Con el progreso del embarazo, también contribuye el peso del feto, que comprime la vejiga. Así,
la futura mamá advierte el estímulo de hacer pipí más a menudo. Es
un fenómeno normal, que no hay que confundir con los síntomas
de una cistitis, una infección de
las vías urinarias que, además del mayor estímulo urinario, provoca molestias y sensación de pesadez en el abdomen, así como escozor en el momento de la micción, dolor en las relaciones sexuales, a veces ebre, temblores y presencia de
un poco de sangre en la orina.
La cistitis debe comunicarse al médico que sigue el embarazo, quien la tratará con el antibiótico adecuado, además de beber muchos líquidos. Por sí sola,
no es grave, pero, si se descuida,
la infección puede extenderse
a los riñones.
También deben tratarse a tiempo las infecciones genitales, para evitar que asciendan al cuello
del útero y provoquen una inflamación de las membranas,
con el consiguiente riesgo de parto prematuro. Durante el embarazo,
es común notar un aumento de las pérdidas de secreciones vaginales debido a la acción de las hormonas. No obstante, si las secreciones son malolientes y las pérdidas están acompañadas de picor, escozor o molestias, es necesario consultar
a la matrona o al ginecólogo
que sigue el embarazo, para que efectúe un frotis vaginal y trate
la posible infección.
a una condición siológica del e
. ,
a causa de la posición. Hay que encontrar la postura que resulte más cómoda para la mamá, preferiblemente, de lado, colocando un cojín o una almohada entre las piernas. Dormir boca arriba es molesto, porque el peso del feto presiona sobre la vena cava, un gran vaso sanguíneo que pasa por detrás del útero, y acentúa la falta de aire.
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Se suele acentuar por las noche
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