Page 63 - Mi bebé y yo 363 - Noviembre/Diciembre 2024
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LOS ESPECIALISTAS RECOMIENDAN REFORZAR LOS MÚSCULOS DEL SUELO PÉLVICO ANTES Y DESPUÉS DEL NACIMIENTO DEL BEBÉ, CON EL FIN DE PREVENIR TRASTORNOS QUE PUEDEN INTERFERIR EN EL BIENESTAR DIARIO.
Muchas mujeres oyen hablar del suelo pélvico por primera vez cuando están embarazadas. Sin embargo, se trata de una parte del cuerpo
importante, que comprende el conjunto de músculos, membranas y ligamentos que cierran la cavidad abdominal y pélvica en su parte inferior. El suelo pélvico sostiene la vejiga, el útero, la vagina y el recto y, además, está implicado en la vida sexual y puede contribuir a su calidad.
Conocer el suelo pélvico y mantenerlo sano y tónico es fundamental para la salud femenina. No solo durante el embarazo, con el objetivo de prepararse para el parto, sino también en los meses posteriores al nacimiento del bebé. Si se descuida, el riesgo es tener que afrontar trastornos que pueden convertirse en verdaderas patologías, como incontinencia urinaria, prolapso genital, problemas de espalda y dispareunia (dolor en las relaciones sexuales).
QUÉ HACER
1EN EL EMBARAZO
El primer paso consiste en
conocer el suelo pélvico. Para
ello, es fundamental dirigirse a un fisioterapeuta o a una matrona, figuras competentes que ayudan a la mujer
a sentir los músculos del suelo pélvico 2y a contraerlos de forma correcta.
Una vez identificado el suelo
pélvico, se trabaja para mejorar
la fuerza, la sujeción y el tono de estos músculos. ¿Cómo? A través
de los ejercicios de Kegel, una serie de ejercicios básicos que comportan la contracción y la relajación de
los músculos del suelo pélvico, combinadas con la respiración.
Para que se aprecien los resultados, es importante ser constante. De hecho, estos ejercicios se deberían realizar todos los días, como una rutina más de la vida cotidiana. Algunos especialistas aconsejan utilizar ejercitadores de suelo pélvico, que guían a la mujer
en la realización de estos ejercicios
y le ayudan a efectuarlos de forma correcta. También se recomienda apoyar estos ejercicios con el uso
de conos o esferas vaginales de distinto peso, con el fin de reforzar
la musculatura de esta zona
3de una forma más efectiva.
Otra técnica que ayuda a
proteger el suelo pélvico es
el masaje perineal, que puede empezar a practicarse a partir
de la semana 34. El periné
es la parte más externa del suelo pélvico, una franja de tejido que se extiende desde la vagina hasta el ano y que, en el momento del parto, se distiende para facilitar la salida de la cabeza del bebé. Practicar el masaje perineal durante el embarazo aumenta la elasticidad y la flexibilidad de dichos tejidos, y ayuda a prevenir desgarros
y episiotomías. Tu matrona te podrá guiar en la técnica correcta para hacerlo.
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