Page 77 - Mi bebé y yo 363 - Noviembre/Diciembre 2024
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para acceder a la atención prenatal y a los centros de salud, lo que desalienta la búsqueda temprana de atención. Como consecuencia, muchas mujeres, sobre todo las que tienen embarazos de alto riesgo o complicados, mueren en el camino o justo cuando por fin llegan al hospital, algo que pretendemos evitar con nuestra ‘Aldea de Acogida’.
"Mi madre murió de una hemorragia posparto porque no había hospital don- de vivíamos. Eso me dolió mucho. Que- ría hacer este trabajo para ayudar a las mujeres y contribuir a salvar a esas ma- dres", dice Séraphin Kikwabantu. Apolline Uwezo, una de las pacientes atendidas en nuestra ‘Aldea de Acogida’ procede de Itebero, un pueblo situado a unos 37 km del hospital. A pesar del mal estado de las carreteras y de estar muy embarazada, caminó durante dos días para llegar al hospital, decidida a dar a luz en las mejores condiciones posibles. "En mi último parto, perdí a mi hijo. Esta vez, espero gemelos. Gracias al estrecho seguimiento de mi embarazo, espero dar a luz sin muchas complicaciones", dice.
Muchas mujeres acuden a nuestra 'Aldea de Acogida' para dar a luz en las mejores condiciones posibles.
Foto: Marion Molinari/MSF
Foto: Marion Molinari/MSF
En el hospital general de referencia de Walikake nacen más de 440 bebés al mes.
CONTROL EXHAUSTIVO DE LOS EMBARAZOS DE ALTO RIESGO
Los centros de salud locales remiten a las mujeres a nuestra ‘Aldea de Acogida’ tras detectar embarazos de alto riesgo en las consultas prenatales. Este servicio también es para mujeres que han tenido partos múltiples o difíciles anteriormen- te, incluidas las que han sufrido cesáreas previas, o que tienen problemas de sa- lud que podrían dañar a su bebé.
"Esta iniciativa nos ayuda a salvar la vida de las mujeres", afirma Séraphin Kikwabantu. "Para la mayoría de las mujeres, no hay centros sanitarios cer- canos, e incluso si consiguen llegar a uno, a menudo, el elevado coste de la atención y los medicamentos lo hace totalmente inasequible para ellas. Si las mujeres permanecen en ‘Aldea de Acogida’ antes de la fecha prevista del parto, podemos reducir las complica- ciones y mitigar el riesgo de muerte de la madre y el bebé."
Nuestros equipos médicos realizan consultas prenatales a todas las mu- jeres en cuanto llegan a la Aldea de
Acogida. Cuando está indicado, reali- zan exámenes para comprobar y pro- porcionar tratamiento y atención para ciertas enfermedades que pueden ser perjudiciales para los bebés, como la sífilis y la malaria.
Aparte de la atención médica, también se fomenta el intercambio de expe- riencias individuales entre las mujeres. Las embarazadas pueden beneficiarse de sesiones de salud mental en nuestra clínica ‘Tumaini’, que en swahili significa ‘Esperanza’, situada dentro del hospital. Se ofrece asesoramiento sobre anti- concepción, lo que permite a las muje- res elegir entre anticonceptivos a corto y largo plazo.
Desde que la ‘Aldea de Acogida’ abrió sus puertas hace cinco años, unas 1.800 mujeres han sido acogidas y atendidas. En la unidad de materni- dad del hospital general de referencia de Walikale, donde trabajamos en es- trecha colaboración con el Ministerio de Salud, nacen más de 440 bebés al mes. En 2023, el número total de par- tosrealizadosenlasinstalacionesque apoyamos en el territorio de Walikale fue de 5.070.
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