Page 50 - Mi bebé y yo 361 - Julio-Agosto 2024
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#consejosparaunabuenaelección
¿CUÁL ES LA VERDADERA FUNCIÓN DEL CALZADO?
El calzado se creó con la finalidad
de proteger el pie del entorno. Si este pie no pisa, no necesita protección.
Al contrario, necesita estímulo y libertad de movimiento.
• Solo debemos poner zapatos al niño en el momento en el que empiece
a caminar. En consecuencia, el calzado para preandantes o para el gateo no debería existir porque, en esta etapa,
el pequeño no lo necesita. ¿Y qué hay del calzado para ayudar a caminar?
El calzado que venden con la premisa de que el niño caminará antes o se caerá menos tampoco es necesario.
• Así como el desarrollo del niño sufre una evolución, en cuanto a que se voltea, se sienta, repta y gatea, con la marcha sucede exactamente lo mismo. La marcha tiene su propio desarrollo.
Un niño que empieza a dar sus primeros pasos no camina igual que uno que
lleva tres años haciéndolo o que otro que, ya con siete años, tiene una marcha madura. En este proceso de desarrollo de la marcha, hay factores que
influyen, como el desarrollo de huesos
y músculos, que se fortalecen para mantener una postura erguida, el desarrollo neurológico y el aprendizaje. Es decir, el niño tiene que caerse, levantarse y aprender. Si le ponemos
un elemento externo (en este caso, hablamos de los zapatos) que le “facilite” caminar, estamos influyendo sobre
un factor del desarrollo de la marcha.
• El calzado no debe perjudicar el desarrollo del peque, pero tampoco beneficiarlo, porque el niño, por sí solo, conseguirá caminar cuando su cuerpo esté preparado para ello. No debemos olvidar que el niño es capaz de desarrollarse por sí solo, está diseñado para aprender a caminar y no necesita
la intervención de nadie ni de nada
para conseguirlo.
¿CUÁNDO SE CONSIDERA
QUE UN NIÑO CAMINA?
• Se considera que un niño camina cuando es capaz de dar diez pasos por sí solo sin caerse. Es, en este momento, cuando podemos empezar a poner zapatos al peque. De todos modos, aunque es un pie que camina, todavía es inmaduro y, en gran parte, cartilaginoso, laxo
y plano. Y esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de saber las características más adecuadas de un zapato.
Dos aspectos que debes tener en cuenta 1para el desarrollo del pie
El niño necesita siempre el estímulo del suelo, las
irregularidades del terreno (césped, grava, etc.), porque esto
le ayudará a trabajar la propiocepción y el equilibrio. Además, el suelo ejercerá un efecto tonificante en este pie, que trabajará para adaptarse a dichas irregularidades. Y el calzado respetuoso está enfocado
a mantener estas funcionalidades.
Cuando algunos padres me explican en consulta que su hijo se pasa el día descalzo en casa, les comento que, a veces, esto puede no ser suficiente. El suelo de casa es liso, uniforme y carente de estímulos. Por este motivo, solemos recomendar alfombras sensoriales, cojines de equilibrio, un trozo de césped artificial en la zona de juegos, y otros e2lementos similares que estimulan de manera adecuada al pie.
Los primeros seis meses son especialmente importantes. Durante
este tiempo, es mejor no poner zapatos al bebé, solo cuando sea estrictamente necesario. Y, de hacerlo, que sea tipo “mocs”, calcetines antideslizantes o calcetines con suela de silicona.
#50# Mibebeyyo