Page 76 - Mi Bebé y yo 357 · Noviembre-Diciembre 2023
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#primeroscuidadosdelamamá
¿Cómo cuidar el periné
en caso de desgarro o episiotomía, con puntos de sutura?
• En caso de episiotomía o de desgarro,
es muy importante no sentarse, para evitar
ejercer presión en el periné. La mamá debe adoptar una posición recostada o tumbada la mayor parte del tiempo, apoyada en cojines o almohadas.
• La zona del periné se debe mantener lo más seca posible, cambiando la compresa con mucha frecuencia; mejor utilizar compresas de algodón
o celulosa, que no llevan plástico, para que la zona pueda transpirar. En casa, incluso podemos quitarnos las braguitas y las compresas, y estar solo con empapadores o toallas.
• Si el periné está muy inflamado y dolorido, podemos aplicar hielo, así como toallas de bidé o compresas de algodón frías, impregnadas con infusión de cola de caballo y tomillo, por ejemplo, ya que tiene un efecto antiséptico y antiinflamatorio.
• Si vamos al baño, podemos lavarnos con una botella de pitorro, y luego secar muy bien mediante ligeros toques. La zona debe mantenerse siempre lo más limpia y seca posible.
• Si la herida duele mucho, podemos tomar un antiinflamatorio. En caso de que la zona esté cada vez más dura, inflamada o enrojecida, huela mal o aparezca fiebre, habría que consultar, pues podría haberse infectado, sobre todo si ha habido episiotomía,
y sería necesario administrar un tratamiento antibiótico.
¿Qué señales pueden indicar que algo no va bien en lo que
al sangrado posparto se refiere?
• Normalmente, en los tres o cuatro primeros
días del posparto, el sangrado es muy abundante,
con sangre fresca de color rojo brillante. Pero, a partir del cuarto día, tiene que empezar a disminuir, y volverse menos rojo, menos intenso. Con el paso de los días y
las semanas, el sangrado se va haciendo cada vez más escaso, de un color marrón rosáceo, para acabar siendo como un flujo muy amarillento. Esto sería la evolución normal.
• Si después de esos cuatro días la mujer sigue sangrando mucho, es decir, tiene la sensación
de tener que cambiarse la compresa cada media hora, podría tratarse de un sangrado excesivo, porque, aunque no es habitual, podrían haber
quedado restos de placenta, o bien un trozo de la bolsa amniótica, etc., que impidan que el útero se contraiga
y vuelva a su estado normal. Esta situación sería motivo de consulta.
• Asimismo, debemos consultar si hemos dejado
de sangrar y, por ejemplo, al cabo de diez días, volvemos a tener un sangrado abundante que no para: probablemente, se deba a que la mujer se sentía más recuperada y con más fuerzas y ha vuelto a estar más activa. En este caso, si se baja el ritmo, el sangrado cede. Es lo que se conoce como “el partillo”.
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