Page 26 - MIB 343 Septiembre 2021
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#elpediatra
2. DETECCIÓN DE LA HIPOACUSIA CONGÉNITA
#26# Mibebeyyo
• La hipoacusia (sordera) congénita no es frecuente. En nuestro país, se considera
que la padecen cinco de cada mil recién nacidos, de los que uno de cada mil sufre una hipoacusia profunda. Las consecuencias de este trastorno están estrechamente ligadas al desarrollo psicomotor y, en gran medida,
al rendimiento escolar, si no se detectan
de manera temprana.
• Existen factores de riesgo que explican
la presencia de esta alteración, entre los
que cabe señalar los antecedentes familiares de sordera, el padecimiento de algún
tipo de infección en la madre durante el embarazo o sospecha de la misma,
así como la administración de algún tipo de medicamento. La prematuridad y el bajo peso para la edad gestacional también se incluyen entre estos factores, así como problemas acontecidos durante el parto o después
del mismo.
• Las técnicas que se utilizan para la detección precoz de la hipoacusia congénita son dos: las Otoemisiones Acústicas Evocadas (OAE) y los Potenciales Auditivos Evocados
de Tronco Cerebral Automatizados (PAE).
La técnica de OAE se basa en recoger la respuesta de las células ciliadas externas
de la cóclea, que es la estructura del oído interno que transforma el sonido en impulsos nerviosos y los envía al cerebro. Se trata de una prueba sencilla, rápida e inocua, que tiene el inconveniente de explorar únicamente la
vía auditiva hasta las células ciliadas externas de la cóclea mediante un estímulo sonoro
(un chasquido o “clic”), a través de una sonda (micrófono) que se sitúa en el conducto auditivo externo.
Este inconveniente no existe en la prueba
de PAE. Para realizarla, se colocan unos auriculares, o se sitúa una pequeñísima sonda en el conducto auditivo externo, que emiten sonidos tipo “clic” y se recogen las señales
que llegan al cerebro mediante unos sensores colocados en el cuero cabelludo. Su baja proporción de resultados falsos positivos
y de falsos negativos sitúa esta prueba
como la preferida por los expertos.
• Estas pruebas de detección precoz de la sordera se practican después de las primeras 24 horas de vida, antes del alta hospitalaria.
Si no se han podido realizar en ese intervalo
de tiempo, deberán hacerse antes de cumplir el mes de vida, con el recién nacido tranquilo
o dormido.
• Si el resultado de la prueba de detección precoz es normal, signi ca que el bebé
oye bien en ese momento. Si el resultado
no es normal, no quiere decir que el niño tenga sordera; lo que indica es que el bebé deberá ser remitido a un otorrinolaringólogo para realizarle un estudio más detallado que con rme o descarte si existe algún problema de audición.