Page 67 - MIB 343 Septiembre 2021
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pueden generar sentimientos positivos, pero también estrés, ansiedad, ira o miedo. ¿Cómo afectan todos estos cambios emocionales al bebé? ¿Cómo afrontarlos? ¿Y qué puede hacer la pareja o la familia para ayudar?
ESTRÉS Y ANSIEDAD,
PRINCIPALES ENEMIGOS
Desde hace años, se sabe que la exposición a ciertos factores externos, como el consumo de determinadas sustancias tóxicas, tiene efectos perjudiciales en el desarrollo del bebé. Pero ahora sabemos que no solo los factores físicos pueden condicionar el normal desarrollo fetal, sino que las emociones maternas también tienen un peso importante en el bienestar
del futuro bebé.
• Numerosos estudios han demostrado que los distintos estados afectivos de la madre provocan una cascada hormonal que puede afectar al bebé. Por un lado, la liberación continuada y persistente de cortisol en embarazadas con alto nivel de estrés y ansiedad aumenta el riesgo de que el bebé desarrolle en el futuro problemas de conducta, dé cit de atención e hiperactividad.
•Además, se ha demostrado que niveles elevados de esta hormona reducen el  ujo sanguíneo placentario, por lo que puede disminuir la cantidad de nutrientes que llegan al feto. Por el contrario, el predominio de emociones positivas refuerza el sistema inmunitario y mejora el sistema cardiovascular, favoreciendo, así, un mejor desarrollo fetal.
CÓMO CUIDAR EL
BIENESTAR DE LA MAMÁ
• Es importante que la mujer reserve algún momento del día para dedicárselo a sí misma y realizar alguna actividad que le resulte placentera. La liberación de endor nas durante la realización de ejercicio físico también contribuye a cuidar el bienestar materno, así como dormir bien y mantener hábitos saludables.
• Además, la pareja o la familia pueden contribuir a crear un entorno tranquilo
Resulta imposible mantener un estado de completa felicidad
y alegría continua durante toda la gestación. De hecho,
los distintos estados afectivos tienen una función adaptativa
que nos permite enfrentarnos al mundo que nos rodea, por lo
que la aparición de emociones negativas en momentos concretos no va a tener una repercusión perjudicial en el feto. El problema surge cuando estas situaciones se croni can en el tiempo.
y seguro que favorezca la buena salud emocional de la madre y, por consiguiente, un correcto crecimiento y desarrollo fetal. Una adecuada salud emocional permitirá que la futura madre disfrute del viaje
que le va a llevar a uno de los destinos más bonitos de su vida.
A Irene y a Rocío, por hacerme partícipe de sus sentimientos en una de las etapas más importantes de sus vidas.
Alicia Lamas Fuente
Responderá a las preguntas de los lectores sobre este tema en el e-mail: alicia.lamas@salud.madrid.org
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Mibebeyyo #67#
Si es un caso puntual,
no supone un riesgo para el bebé


































































































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