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2. PLANIFICACIÓN Y ORIENTACIÓN LABORAL: ¿POR DÓNDE
EMPIEZO?

2.1. LA ORGANIZACIÓN DE LA BÚSQUEDA

Se puede hacer las cosas improvisando o con previa preparación

(compras, viajes, exámenes...). Generalmente es mejor prepararse de
antemano, ya que se ahorra tiempo, no hay olvidos de cosas que queremos

comprar, es más seguro planificar las vacaciones, se tiene más éxito en los
exámenes cuando se han estudiado... Cuando la situación es difícil (tenemos

un presupuesto justo, distintos gustos para las vacaciones o un examen
especialmente difícil) es imprescindible hacer planes por anticipado. Aunque

prepararse y planificarse no nos resuelve todos los problemas que puedan

aparecer, ayuda a disminuirlos y a controlarlos mejor.

Con el empleo pasa exactamente lo mismo: No podemos permitirnos
improvisar porque “puede no haber sitio para todo el mundo”. En algunos

sectores puede haber más personas preparadas que ofertas de trabajo. Por
lo tanto, prepararnos para el trabajo supone no sólo poseer un oficio o

formarnos como profesionales, sino tener un buen plan que nos permita:

• No quedarnos “parados/as”: saber cómo movernos para buscar
empleo.

• Poder decidir si me conviene prepararme mejor y cómo hacerlo.

• Y, por último, conocer en todo momento cuáles son mis derechos,

posibilidades y apoyos.

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