Page 97 - 0003476
P. 97

■11W I


                           98             G. Marañóii

                           vida. Nada más desagradable que esos
                           sabios envidiosos que viven en per­
                           petuo acecho de los tropiezos de los
                           demás y, entre ellos, en permanente
                           rivalidad de plazuela. El sabio, en
                           cambio, que además de su ciencia sabe
                           tocar el violín, es probable que se sienta
                           inquieto por los violinistas, pero mira­
                           rá, seguramente, a los otros investi­
                           gadores con generosidad. Esto es pro­
                           greso moral y debemos fomentarlo.


                            Orden y claridad.

                              Y, finalmente, insistiré en la necesi­
                            dad de que el hombre de ciencia futuro
                            extraiga de su preparación académica
                            una cualidad esencial: la religión del
                            orden y de la claridad. Nos enseñan
                            en las aulas un fárrago de cosas y no








                                                                  ■ 111 ■ I II I I
   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101   102