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INTRODUCCIÓN AL CAPÍTULO


                         Localizar     las  tribus  perdidas    ha   sido, (y aun     para  muchos

                  lo  sigue   siendo),    un   rompecabezas        tremendo.      Sin   embargo, y
                  como     ya  hemos apuntado, la           Biblia   nos da    todos los detalles

                  para hacerlo, aunque a pesar de esto, muchos la dejan de lado

                  buscando señales humanas que indiquen, donde se encuentran

                  a día de hoy.


                         Ahora, meditemos un             instante.    ¿No    fue   Dios quien      los
                  castigó por     su  pecado?     ¿no fue     Dios también,       quien    profetizó

                  sobre su expansión? y, ¿no fue Dios quién profetizó su vuelta?
                  Por lo tanto, si Dios ya lo profetizó todo, Él dejó las señales en

                  la    Biblia,     y    sólo     siguiendo  estas  señales,  podremos
                  encontrarlas.       Acompáñeme           en    este   viaje   a   través de  las


                  profecías     Bíblicas,   y tengamos       fe  en la   Palabra     de   Dios. Las
                  señales están ahí, examinémoslas.


                         Las    señales     que    identifican      las   tribus    perdidas,     son
                  muchas, pero         aquí señalaremos           algunas    de    ellas,  que    son
                  suficientes para justificar el origen Hebreo de los Calós.






                    PRIMERA SEÑAL: ERRANTES POR LAS NACIONES.



                         La   expansión      de  Israel, fue una consecuencia            del castigo

                  del   Señor    por  causa de su  desobediencia.              Además, tanto         la
                  casa de Israel como la casa de Judá, son el reloj que marcará la
                  hora   de   la  Venida    del   Señor, y ambas tienen que             ver  con    las

                  señales    de  los  últimos     tiempos. No       obstante, a     pesar    del mal
                  caminar de      las  dos   casas de    Israel, Dios     las  sigue usando para

                  anunciar      que    los   tiempos        que    vivimos,     son    los   últimos
                  tiempos, antes de la venida del Mesías de Israel, nuestro Señor
                  Jesús, que reinará desde Jerusalén eternamente.

                         Si alguien     pretende      justificar  que    pertenece      a  las  tribus

                  perdidas de      Israel, debe     mostrar    al  menos, que  cumple           todos


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