Page 2 - Educar al Mammut Marcelo Russo
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Sinopsis
Profesar
Huir o seguir adelante, antes de esa dixa, nada. Desinsectarnos de la herencia diploide parece
imposible, tan como premeditadamente nos defendemos cada vez que un otro humano nos
desafía a pensar. Mentar en términos griegos, criticando el orden de lo mitológico, sólo para
alcanzar la verdad y dejar todo suplido por otro tipo de creencia “the method”, es un poco
medroso. Esta colección de pensamientos, chorreados acá, nació como piltrafa y engordará
en cada uno de los que lea críticamente, preguntándose si es cierto lo que dije, porque capaz
cuando ocurra, quizá ni yo piense lo mismo. No hay suerte para el que piense igual a mí, el
éxito seguirá a quien me logre corregir y corregirse. Ese día, como una profecía, este libro
sangrará en una biblioteca y todas las mandarinas caerán de sus plantas de naranjos
ofendidos.
Educar
Educar es arte, amores, ruidos, olores y el sabor de palabras repetidas como galleta rancia.
El acto de educar es fuerte y benevolente, por eso nos resulta tan difícil diferenciarlo del
verdadero acto de educar, no es bondad líquida, es calidad sólida, escasa y no está en las
manos de los educadores sino de los no educados. Una vez me presenté en el escenario de un
aula magna de una ciudad florida bonaerense, lugar que tiene el nombre de esas cosas que
se usan para barrer, el estudiante me dijo, después de un fuerte silbido desde el fondo
“¡iluminaaá Russooo!”, pensé que alguien había olvidado pagar la cuenta del servicio
eléctrico del Claustro, lo que sí él supo de inmediato, de primera voz, era que no tenía pensado
llenarlo de claridad, sino de dudas. Tengo una vaga idea de lo que es educar, pero una valija
más llena de lo que creo es educarse, aprender y entrenarse, capaz porque lo de educar ya
quedó tan viejo como eso que llamaban actualizarse, hace un segundo.
Cerebrar
No venimos al mundo sin nada en nuestras mentes, no venimos tampoco cableados, somos
algo de defensa y ataque entre un manojo de reglas morales; tenemos más energía que
materia, no tenemos la memoria tan sólo para recordar, el saber sí ocupa lugar, no todo lo
que se aprende se entiende y lo que es significativo no resulta simplemente útil; no se aprende
cuando se comprende, sino cuando se logra estudiar, no se es hepatólogo por padecer
hepatitis, hay que aprender a aprender, eso lleva esfuerzo, no estudia quien no sabe hacerlo,
siempre se aprende sólo, pero entre nos los acompañantes. La neuro inmuno endocrino
pedagogía, es mi tema, capaz sea la mayor parte que ocupe este libro, pero más pretendo
reflexionar sobre la felicidad y los aprenderes, investigarnos para alcanzar una aptitud fértil,
amorosa, para cuando nos ganemos la maravillosa posibilidad de ser acompañantes peda
hebe andragógico de algún Mammut, ahh a Ése, lo reconocerán adentro.
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Capítulos
I. Por debajo del cráneo y por dentro de la columna vertebral……… 6
II. Un Mammut e ilustrado……………………………………………………………… 81
III. La hormonaridad de los aprendizajes………………………………………………
IV. Las defensas amigas de los Mammut educados………………………… 137
V. Sin ver, miramos y aprendemos…………………………………………………
VI. Sin oír, escuchamos y aprendemos……………………………………
VII. Los lenguajes y los aprendizajes………………………………………………... 224
VIII. Una golondrina cognitiva no hace veranos ejecutivos…………………
IX. Problemas en plena costa de los aprendizajes……………………
X. Plasticidades y durezas en la playa de los Mammut……………………341
Interpelación ¿Es un libro de neuroeducación? sí, pero los que lo han
leído, dicen que también habla del amor y de los viajes áulicos que
ha sufrido aquél que no se supo amado.
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