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Palabras Confinadas



                              pronto lo descubriré.


                              Mientras hablaba y hablaba más me acercaba a ese
                              redondo objeto gigante, poco a poco me acercaba a

                              él, se veía lindo, agradable, me preguntaba si habría
                              alguien allí, en ese momento mire a mi alrededor y

                              pensé,  “¿por  qué  no  acercarme  más?,  ¿acaso  algo
                              me lo impide?, ¿acaso alguien se preocuparía por mi

                              si no regreso a casa? “Pensé estas palabras y dije no,
                              soy libre así que iré allí.


                              A medida en que mi cuerpo se acerca más y más a
                              tal  objeto,  veo  unos  colores  preciosos  que  jamás

                              había  podido  observar,  voy  entrando  a  un  objeto
                              que  tiene  estructuras  parecidas  al  mundo  de  mi

                              infancia, aunque son muy pequeñas, pero mientras
                              más caigo por el vacío, esas cosas, esas estructuras

                              u objetos cada vez se van haciendo más grandes y
                              más hermosos. Pasan unos minutos y caigo en una

                              superficie desconocida, me paro, me siento un poco
                              mareado,  doy  unos  pasos  hasta  llegar  a  un  objeto
                              grande con orificios un poco más pequeños y miro a

                              mi alrededor, no hay nada, pero escucho en ruido
                              dentro  de  tal  objeto  grande,  su  estructura  es

                              parecida a la maison, la maison es donde vivía con
                              mis  padres,  tal  vez  sea  lo  mismo,  al  entrar  me

                              encuentro  frente  a  frente  con  un  pequeño,  se  ve
                              como  yo  al  tener  13  años,  el  pequeño  se  quedó

                              boquiabierto,  tal  vez  porque  me  veía  diferente,
                              aunque no me había visto totalmente ya que llevaba
                              mi casco puesto. Me acerque a él lentamente y le

                              pregunté: ¿cómo te  llamas? Lo único que hizo  fue
                              tomarme de la mano y llevarme por toda la maison



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