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Sueña y escribe

Cuando fueron las 6:00 pm, Trent llegó a Micronite y

se dispuso a charlar con Andrew en su oficina. El hijo
de Kai y Rose le decía – Señor Andrew, como le dije,
admiro mucho su trabajo, es increíble lo que logró

con esa nanotecnología. Pero también, como le dije,
esto no parece un planeta con vida, ya ni siquiera se

puede observar lo verde que muestran las fotos del
año 2010, todo parece una lata de sardinas. Sé que

no hay contaminación de agua, ni del aire gracias a
la nanotecnología, pero… ¡El planeta está

muriendo!–
– Tienes razón…. Cometí un grave error. No pensé
que todo se vería así. Pero si fuera por mí, esos

anticuerpos en las personas dejarían de funcionar ya
mismo, y que todos fallecieran naturalmente, como

siempre había sido–.
– Pero, ¿por qué no lo haces?–

– ¿Sabes por qué te dije que vinieras? Bueno, pues
mira, cuando me dijiste el error que había cometido,

me recordaste a mi padre. Él fue la razón de hacer
esta compañía. Estaba enfermo de cáncer y yo
quería salvarlo, quería que estuviera conmigo

mucho más tiempo. Pero…. Mi padre era muy sabio.
Recuerdo muy bien las palabras que me dijo: “No

puedes alterar lo natural hijo, es así por una razón.
Por favor no lo hagas”- entre lágrimas- y en ese

momento murió. Desde ese día decidí hacer que las
personas pudieran estar siempre con los que aman.

Pero cometí un grave error, por mi culpa el mundo
está así–.
– Te entiendo Andrew, lo lamento. Solo que, mira,

tú mismo lo dijiste… Sé que es duro, me pasó algo
similar con mi abuelo, pero tú sabes lo que quería tu

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