Page 623 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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momento en que Dios se manifestó a través del carácter de Júpiter: el espíritu
Sachasiel. Von Welling no ofrece ninguna explicación por el cambio de orden de
afluencia a los doce órdenes de espíritus, por el tercer mundo, por el añadido de otro
círculo y los triángulos entrelazados en el mundo superior ni por las letras Y y Z. En el
triángulo superior, A representa el principio del Padre: E la efusión divina, y G. el
punto de afluencia a los doce órdenes de espíritus (probablemente Sagitario). Las
letras H, I, J, K, L, M, N, O, P, Q, R, S y T indican los puntos secuenciales de las
irradiaciones entre sí; W y X, el mundo de los hijos de Dios, y b, c, D y E, el mundo
de Lucifer. Esta ilustración muestra el universo después de que Lucifer cayera en la
materia. Según Von Welling, cuando Lucifer quiso controlar el poder, la afluencia de
luz divina cesó al instante. El mundo de Lucifer (que después se convirtió en el
sistema solar), con todas sus legiones de espíritus (que en su esencia eran
Schamayim), que reflejaban sus ideas e invertían la luz divina, se convirtió en
oscuridad. A partir de entonces, el Schamayim de Lucifer se convirtió en un disco
contraído, una sustancia tangible, y así nació el caos.
Tabla VI, figuras 55-59. La figura 55 simboliza el caos de Lucifer; la figura 56, la
separación de la luz de la oscuridad; la figura 57,la luz en medio de la oscuridad, y la
figura 58, las regiones de los elementos y sus habitantes. Las cuatro aes representan el
abismo que lo rodea todo. El A B es el trono ardiente de Lucifer. El plano de g es el
aire subterráneo; f es el agua subterránea; c, la región de la tierra; d, el agua exterior: e,
el aire exterior, y W y X, la región de Schamayim. Los habitantes elementales de los
planos tienen distintos grados de bondad en función de su proximidad al centro de
maldad: A B. La superficie de la tierra (C) divide los elementales subterráneos de los
del agua, el aire y el fuego exteriores (d, e y X). Los elementales de los estratos
superiores (la mitad superior de c y la totalidad de a, e y X) representan una escala
creciente de virtud, mientras que los de los estratos inferiores (la mitad inferior de c y
la totalidad de L g y A B) representan una escala decreciente de depravación.
La región de aire (e) es una excepción parcial a este orden. Si bien el aire está
próximo a la luz y lleno de espíritus hermosos, también es la morada de Belcebú, el
espíritu maligno del aire, con su legión de demonios elementales. Sobre el sutil
elemento del aire se impresionan las influencias de las estrellas; los pensamientos, las
palabras y los hechos del ser humano, y miles y miles de influencias misteriosas
procedentes de los diversos planos de la naturaleza. El hombre inhala estas
impresiones, que le producen diversos efectos en la mente. En el aire también están
suspendidos los gérmenes de los que se impregna el agua y gracias a los cuales tiene la