Page 214 - [1library.co] l la era de las maquinas espirituales kurzweil
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rencia con que se ha hablado de la experiencia espiritual a lo largo de
                              pectro muy amplio de fenómenos mentales. La danza extática de una
                    sicos y mortales de la vida cotidiana para acceder a una realidad más
                                             Con independencia de la naturaleza y las derivaciones de una ex­
                                        la historia y prácticamente en todas las culturas y religiones, que ter­
                                   quila trascendencia de un monje budista. No obstante, tal es la cohe­
                         fías  que, por lo  demás, son muy diferentes.  Las experiencias espiri­
                            tuales no son todas de la misma clase, sino que parecen abarcar un es­
                                 resurrección baptista parece un fenómeno muy diferente de la tran­
                      desempeña un papel fundamental en religiones y filoso­
                 La experiencia espiritual--el sentimiento de trascender los límites fí­
                                           mina por constituir una flor brillante del jardín fenomenológico.
            ¿QUÉ PASA  ENTONCES CON LAS  EXPERIENCIAS  ESPIRITUALES?
                      profunda-
                                           para crear y realzar ciertos sentimientos deseables,  pero el  enfoque
                                   Nos esforzamos por conseguir sentimientos de humor, placer y
                           gía trascienda los meros implantes nerviosos y podamos instalar por
                                                bles. Con la tecnología de implá'ntes nerviosos podremos intensificar
                                        los de significado. Por supuesto, hay mucha gente que utiliza drogas
            tos no ordinariamente asociados a la experiencia: De modo que, si lo
                      La capacidad para controJ.ar y reprogramar nuestros sentimien­
                                                  Por su­ periencia mental, espiritual o cualquier otra, una vez que accedemos  alos procesos informáticos que les dan origen, tenemos la oportuni­  drogas.  dad de comprender sus correlatos neurológicos. Con la comprensión   captar   de  oportunidad   la   vendrá  mentales  procesos  nuestros   de  nuestras experiencias intelectuales, emocionales  y espirituales  para  convocarlas a volun
                              'completo nuestros procesos de pensamiento en un medio computa­
                                     bienestar. Quizá parezca que convocarlos a voluntad sería despojar­
                                             químico viene en un mismo paquete con muchos defectos indesea­
                         tos se profundizará incluso a finales del siglo XXI, cuando la tecnolo­
                 tras experiencias sexuales (por supuesto que para algunos  de noso­
               deseamos, estaremos en condiciones de agregar cierto humor a nues­
                                                     mayor  aún  que  con  las   No obstante, los beneficios de la tecnología de implantes nervio­  restricción  sería  necesariamente  deseable.  controlar  nuestros  sentimientos  será  precisamente
                                                  resaca.
                                cional, es decir, cuando nos convirtamos en software.
                                                  nuestros  sentimientos  de  placer y  de bienestar sin
                    tros el humor puede ya formar parte del cuadro).
                                                     posibilidad  de abuso  es  Cuando el  psicólogo James Olds le enseñó a unas ratas a oprimir un  botón y estimular directamente un centro de placer del sistema lím­ bico del cerebro, las ratas presionaron interminablemente el botón,  hasta  unas cinco mil  veces  en una hora, con exclusión de cualquier  otra cosa, incluso el  comer. Sólo dejaban temporalmente de hacerlo  sos serán irre
                                                     puesto,  la    si se quedaban dormidas. 25   normales,   des   capacidad  para   212
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