Page 312 - [1library.co] l la era de las maquinas espirituales kurzweil
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Licencia  poética  que le  permite a usted hablar conmigo  a
                         -Podría echarme una mano a mí  también. Podría ayudarme a
                   -¡Oh, no,  George no haría eso.' Simplemente está ayudando.  Nos
                              -Bueno, George es inteligente, pero me temo que no tiene esa tec­
            -Espero que todo salga bien. En cualquier caso, ahora mismo Geor­
                      ayuda a todos.  De lo contrario,  no podríamos arreglárnoslas.
                 _y  yo espero que George no le haga todo el trabajo.
               ge está ayudando a feremy en sus trabajos en casa.
                           terminar este libro en el plazo estipulado.
                                nología  de
                                   and  treinta años de distancia.   -Es una lástima.  -Pero me encantaría ayudarle a salir del apuro.  -Sí, lo sé, y ya lo ha hecho.   313
                                                             Lo cual dificulta la asistencia oficial de  una inteligencia
               mano que LLeva el tribunal,  pero los magistrados toman la mayor parte
                    -Ya  veo, son unos magistrados extraordinariamente influyentes.
                                                                            Hay muchos grupos de discusión
                                                                       interesante no es el  conocimiento, sino los grupos de discusión.
                      -En realidad no hay opción.  Los problemas son demasiado  com­
            -Oficialmente, los magistrados virtuales son agentes del juez hu­
                         plicados y de otra manera el proceso se prolongaría demasiado.
                            -Ya veo. Ahora, hábleme de su hijo.  -Cursa segundo en Stanford y está pasando una época muy buena.  -Por cierto, tienen un campus precioso.  -Sí,  durante  mucho  tiempo  hemos estado  mirando  el oval  quad. feremy tenía proyecciones tridimensionales del campus de Stan­ ford en los portales de imágenes de los últimos diez años.  -Ha de sentirse como en su casa.   Está en la planta baja.  -Entonces asiste vi










                 de las decisiones.          -Está en su casa.   -Eso es.   virtuaL.   directamente de la web.   -Lo   cerrados...   su casa?   diga usted a nadie.   -Así se lo haré saber.   312
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