Page 64 - JUBILACIÓN ANDREA MAGAZINE 2
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Andrea Martínez Reyes                                                                                                                                                              P a g i n a |63




                 LA “SEÑO” ANDREA SE JUBILA



                 La  vida es como un  libro por  capítulos. De  igual  forma  que vamos
         avanzando por la vida, pasamos por los distintos capítulos del libro.

                 Si tuviera que elegir los dos regalos más importantes de mi vida, el primero
         sería la vida dentro del seno familiar y el segundo el acceso a la educación. Este
         último pone al alcance del ser humano todos sus sueños.

                 Cuántos alumnos habrán pasado por tus manos y les has puesto luz a sus
         futuros sueños. Esa luz les guiará a lo largo de sus  vidas, pero  no solo les has
         puesto luz; sino que has sabido añadir mucho cariño y dulzura.

                 Como dice el refrán: “Cada maestrillo tiene su librillo”. Pero tú no tienes un librillo, tú atesoras una enorme
         biblioteca llena de ejemplares. Cuando nos jubilamos nos sustituyen con otro maestro, que vendrá con su librillo, y
         la vida en el colegio seguirá; pero hay maestros que no tienen recambio, son únicos, no se pueden sustituir. Este es
         el caso de nuestra “seño” Andrea, el vacío que dejas con tu jubilación no se puede llenar.

                 Atrás quedarán muchos años de formación, años de trabajo, esfuerzo,  paciencia, cariño, desvelos,
         responsabilidad por sacar lo mejor de cada alumno.

                 De los muchos y gratos recuerdos que guardo de la “seño” Andrea destacaría el siguiente:

                 Como cada fin de curso, cuando se preparaba la fiesta fin de curso, nuestra “seño” Andrea preparaba a sus
         pequeños para realizar una dramatización.

                 Llegado el día, sus pequeños  subían al escenario y para sorpresa de alumnos, padres, familiares y
         maestros; sus alumnos experimentaban tal transformación que parecían actores profesionales. Corrían murmullos
         de boca en boca, todos asombrados por esa transformación, parecía cosa de magia. Sí, la “seño” Andrea lo volvía a
         conseguir, ella no se conformaba con que saliera  bien, su objetivo era la perfección.

                 Su dedicación en la escuela siempre ha buscado la perfección.

                 Cuando echamos la vista atrás y recordamos la niñez, está claro que no nos acordamos de todo lo que nos
         decían nuestros maestros, pero lo que no olvidamos son las muchas cosas aprendidas y del cariño con que algunos
         maestros nos trataron.

                 Tus  alumnos  siempre  van  a  recordar  muchas  cosas  que  les  has  enseñado  y  el  cariño  que  les  has
         transmitido.

                 En el próximo capítulo de tu libro que lleva por título “JUBILACIÓN”, lo irás llenando con nuevas aventuras,
         emociones, experiencias…



                 Mis mejores deseos para nuestra “SEÑO” ANDREA.



                                                                                              Juan Ramírez Rivas.
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