Page 117 - JUNIO 2024
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Cada hoja de mi vida se encierra en una sola palabra, tú eres el amor
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de mi vida, ese amor lejano que hace que cada día te dedique estas
cartas que tantas esperas.
No hay nadie como tú, no hay otra forma de amar que no sea la que
yo tengo para ti. Pueden las lunas pasar, y los soles de nuestro universo
apagar y encenderse... más nuestro amor no cambia nunca, se mantiene
intacto sin dañarse.
El mismo tiempo hace reverencia ante la majestuosidad de este amor
que tengo y guardo celosamente para ti.
Mi mesa de noche en la que escribo tus cartas, ya tiene ese aire de otro
mundo, de donde pertenecemos en nuestra distancia. Es un mundo lejos
de todos, es allí donde nos amamos sin miedos, no hay reproches, sólo
hay paz, porque este amor es así, tranquilo y manso, lo vivimos cada
día, lo alimentamos de esperanzas y de fe que algún día todas estas
letras las podré leer en tu presencia y muchos serán los besos y abrazos
que nos daremos, esos que están guardados para aquel maravilloso día
que nos podamos reunir, cuando nuestro corazón lata en un solo sentir,
cuando nuestros labios sean uno, y nuestros cuerpos se fundan en ese
deseo que llevamos dentro de nosotros y lo podamos dejar escapar.
No existe otro amor como tú, nadie ciela como nosotros. Superamos
todas las distancias, porque tú eres el amor en todo el sentido de la
palabra.
Siempre estaré dentro de tu corazón, pues día tras día trabajo para ese
fin.
Nada pone frenos a mis sueños, mi amante y secreto amor, desde que
me has dado tu corazón me siento con el derecho de llamarte "mía",
porque así lo siento.
Todo este montón de sentimientos tienen tu nombre, tienen tus ansias,
ay si de este amor hubiera miles, sería este mundo algo lleno de amor
y felicidad.
Pero lo nuestro es único, hay que inventarse otras palabras para otros
amores, porque nosotros las tenemos acaparadas todas.
A Dios le pido que me quite la pena de la lejanía, que nos de la
esperanza de un nuevo mañana donde sólo estemos tú y yo, siendo uno
sólo.
