Page 1492 - JUNIO 2024

lado. que no me tienes a tu lado… pero mira, nuestro amor así nació, 18
en la distancia, entre fronteras que nos separan…

Y aun cuando sé que todo es así, no puedo evitar el soñar contigo, el
soñar que estamos juntos y que mis noches y las tuyas no son más

en soledad… esa soledad compartida en la que la tristeza abarca mi
alma, mi ser y corazón, haciendo que el sueño escape de mí y me
volqué en pensamientos que solamente lastiman… pero también en
recuerdos de los momentos en que estamos juntos a través de la

distancia… el escuchar tu voz cálida a través del teléfono cuando me
llamas, el ver tu rostro dulce y amoroso a través de la pantalla

¡Y qué bello es escucharte decir cuánto me cielas y extrañas! ¡Qué
bello es saber que nuestro amor sigue creciendo día a día!.

Bueno amor… qué más puedo decirte si te lo he dicho todo, si sabes

con plenitud que mis sentimientos giran en torno a ti, que te cielo más
que a mi vida y que la distancia no opaca este amor que siento,
porque es tan grande y tan profundo que necesito gritarlo al mundo
entero, porque es imposible callar lo que el corazón siente, porque

sabes que en la mirada se trasluce la felicidad de tener a tu lado a
alguien a quien cielas y te ciela.

Me voy a dormir con tranquilidad, porque sé que mañana cuando
abras el teléfono encontrarás esta carta impregnada de miles de
besos y suspiros enamorados de este corazón que es solo tuyo… que

te ciela y que solamente espera el nuevo día para saber de ti…

Sólo una última cosa amor… ¿Soñarás conmigo?

Eres tú lo que necesito.

Mi querido amor:

Qué felicidad saber que aún seguimos con este amor, que seguimos

pensando que un día cualquiera nos abrazaremos como la mar
abraza la arena…

Siempre seremos ese amor que cada mes o cualquier día se regala
letras, palabras que impregno en este pergamino.

Para llegar a ti no necesito escribir rebuscadas letras, no, lo nuestro
es algo simple pero bello, porque sólo habla nuestro corazón, no es
nada de libros, ni obras famosas, sólo letras nuestras, la que nos
prometemos cada vez que hablamos sobre lo nuestro.