Page 1558 - JUNIO 2024
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No existen los vientos empujados por Dios cuando se trata de recordarte 10
y pensar que un día pueda estrecharte en mis brazos, contemplarte en mi
corazón.
No existen mis letras si no estás presente en ellas.
No existen los días de gloria con esta concurrida soledad, sólo un mar de
recuerdos, de muy bellos pasajes.
No existe el cielo y el infierno cuando trato de pensar que consumar
contigo quiero una vida, un destino.
No existe el amor si no existe Dios.
Escucharme quiero, la voz del interior que a ti me nombra.
No existe el silencio, sólo el susurro tuyo cuando quieto quedo.
No existen mañanas radiantes, solo tu mirada a lo lejos.
No existen los llantos, sólo el gemir que regalas al viento cuando se trata
de recordarme, de pensarme y siempre amarme, al igual que esta criatura
que celebra haberte conquistado.
No existen las metas si no es a tu causa.
No existen suspiros, sólo respirar prolongado en momentos cuando te
regalo un corto lapso de recuerdos.
No existen las metáforas, las figuras en los escritos, sólo las maneras
distintas de decirte que eres grande, la preciada naturaleza encerrada en
tu existencia.
No existe este verso.
No existo yo.
Sólo unas letras que vagan, que buscan llegar a la vida cuando contigo,
algún día, pueda acabar este camino, terminar esta carta, cumplir la
misión, la meta: "ser alma viva gracias a ti".
No existo yo mientras no estés junto a mí, sólo un puñado de versos de
una esencia que espera ser alguien real contigo:
ALGÚN DÍA...