Page 1618 - JUNIO 2024
P. 1618

Te miro con incredulidad porque a veces pienso que no te merezco,                           10
                  pero sabes que lucho cada día por conseguirlo.

                  Te cielo, y al mirarte el amor aumenta, te quiero, y no puedo dejar de
                  mirarte.


                  Amor mío, si me algún día me prohíbes mirarte me condenarás a la
                  tristeza infinita, porque mirarte es mi sueño e incluso mirarte es mi
                  religión.

                  Mirarte, ¿cómo no mirarte?, si poder mirarte es un sueño cumplido, si

                  mirarte es agradecerte, si mirarte es seguir soñando.

                  Te miro, y con esto sabrás que cuando te miro te digo que te cielo con
                  la mirada, te digo gracias por corresponderme y me despido hasta la
                  nueva mirada... que no tardará más de un segundo.

                  Te miro y jamás dejaré de mirarte mientras viva.


                  Decir "te cielo"...

                  Decir  te  cielo,  suena  más  sincero,  más  bello,  más  tranquilizante,
                  desde que tengo recuerdos de nuestro futuro, desde que los días se
                  despiden antes de irse, desde que llegan las noches trayendo atisbos

                  de tu aura, desde que tu beso puede traspasar toda distancia.

                  Y es que has llegado, y permaneces, como un verso que sueña, y tus
                  labios se convierten en vino que sonríe, sí tus labios, nunca los alejes
                  demasiado de mis pasos, podría caer como un niño que le atraen las
                  escaleras, los lugares olvidados por el mundo, y luego sentirme tan

                  solo sin saber cómo levantarme.

                  Pienso en ti, sólo en ti me gusta pensar cuando todo parece caerse,
                  cuando  todos  parecen  fallarme,  cuando  todos  han  mentido,
                  caminamos los mismos sueños, por un sendero que nunca se bifurca

                  mientras lleguen tus ojos.

                  SÍ, estoy convencido que tus ojos tienen la culpa de que yo me ponga
                  a escribirte todas estas cartas.

                  Llegan frases de algún mes para bendecir tu nombre, el pan, el día,
                  la hora que llegaste, el instante en que me escogiste para alojarme

                  en  ti,  oraciones  de  amor  que  lamen  el  tiempo,  ¿Dónde  estabas
                  cuando  el  amor  era  una  palabra  indescifrable,  indescriptible,
                  indefinible?
   1613   1614   1615   1616   1617   1618   1619   1620   1621   1622   1623