Page 1689 - JUNIO 2024
P. 1689

Cuando  te  nombro,  mi  dulce  amor...  se  me  abren  las  puertas  del                   14
                  paraíso, y de sólo pensarte me pongo a soñar con tus caricias. Tus
                  palabras que siempre se quedan en mí, no quiero otro amor que no sea

                  el tuyo, no quiero otro nombre que decir más que el que yo nombro
                  esas noches de luna eterna, porque no estás aquí, y doy vueltas en mi
                  casa, pensando que sola me encuentro cuando a mi lado no estás.

                  Pasan las horas, y los días... ya llegará el tiempo en el que te pueda
                  abrazar y decir lo mucho que extrañé tu presencia y lo mucho que me

                  haces falta.

                  No  quiero  que  las  distancias  sean  un  obstáculo  para  este  amor,
                  porque nos prometimos que siempre estaremos juntos.

                  Juntos para amarnos...


                  Juntos cuando nuestras mentes no razonen como hoy...

                  Juntos cuando nadie más lo esté, cuando parezca que todo se haya ido
                  de nuestras vidas...allí estaremos tú y yo... juntos.

                  Cuando lleguemos a viejos y la vida nos diga que ya debemos estar
                  juntos el uno con el otro para cuidarnos de los crueles inviernos que

                  pasaremos,  nos  miraremos  a  los  ojos  y  como  te  he  dicho  algunas
                  veces, mis ojos serán lo que tus ojos verán.

                  Cuando el otoño de nuestras vidas nos diga que ya estamos viejos el
                  amor  que  sentimos  desde  hace  tiempo  perdurará  por  siempre,  y
                  nuestro amor será eterno, porque Dios estará en medio nuestro.


                  —Aun cuando nadie esté, yo estaré para ti y tú para mí—

                  Mi  dulce  amor, cuando  te  nombro  en verdad  veo el  paraíso  en  tus
                  calmados ojos, llenos de amor y del tiempo que sigue su curso, sin que
                  podamos pararlo...


                  Me gusta saber que eres mi principio.

                  Me gusta saber que seré tu final...

                  Y cuando en nuestro rostro aparezcan los pliegues de la vejez, seré
                  feliz, pues, aun así, siempre te amaré...

                  Siempre me amarás...


                  (Ya llegará ese día que tanto esperamos)
   1684   1685   1686   1687   1688   1689   1690   1691   1692   1693   1694