Page 299 - JUNIO 2024
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Entre suspiros y pensamientos sublimes sigo escribiendo mis cartas,                         7
                  llenas  de  amor  y  palabras  que  parecen  redundancia...  Pero  dime,
                  ¿decir  “te  cielo”  se  puede  decir  con  otra  palabra  que  no  sea  ella

                  misma? Ahora ya sabes que no: los “te cielo”, los “te extraño” sólo se
                  pueden escribir, así como lo hago yo: siempre sincera, siempre simple
                  y sencilla, porque el amor ya tiene bastante adornos por sí solo.

                  Te abrazo amor, y qué bonito se siente hacerlo aun en la distancia...
                  Desde mi ventana creo mirarte a lo lejos y verte caminar entre tanta

                  gente.

                  Puedo imaginar nuestro encuentro, es tanto tiempo el que lo estoy
                  esperando que me lleno de amor cuando veo que las hojas de nuestro
                  calendario caen.

                  Mis letras ya no saben esconderse o quedar delatadas con cada carta

                  ya escrita.

                  Estos versos  saben de  un amor sincero,  que se cuenta  a  sí  mismo
                  todas sus esperanzas como recién nacidas.

                  Te cielo entre suspiros y pensamientos


                  Tú  convertiste  todas  mis  preguntas  en  respuestas,  te  volviste  en el
                  sueño más anhelado que ahora tengo.

                  Sólo en ti mi alma descansa, porque eres tú lo que más cielo, lo que
                  más añoro y lo que con más recelo en mi interior ahora guardo.


                  Llegaste  a  mí,  y  en  mí  ahora  siempre  permaneces,  conmigo
                  recordándote y reservándote mis sentimientos, mes a mes.

                  Sólo tú eres el dueño de todas mis letras, dueño de mis días y de mis
                  meses y así, un día no muy lejano, serás mi eterno amor.

                  Ya no habrá secretos, porque no existirán motivos para negarnos ante

                  las miradas incrédulas de los demás.

                  Por ahora mi realidad sigue siendo la misma: la de amarte de la misma
                  forma todos los días, asimilando esta inquieta soledad como si fuese
                  tu  silenciosa  compañía,  siempre  acompañándome  al  lado  de  mi
                  escritorio  al  inspirarme  unas  nuevas  letras  más  para  servirte  de

                  consuelo a ti y a mí, para no ser presa de la desesperación y escribirte
                  triste por pensar que nunca estarás conmigo.
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