Page 310 - JUNIO 2024
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Te  cielo  tanto  que  a  veces  pienso  que  vivo  dentro  de  un  hermoso                 9
                  sueño.

                  Pensando en ti.


                  Estoy aquí en la terraza, de frente al mar, contemplando a lo lejos el
                  sol, con ese dorado hermoso que se impregna en cada poro de mi piel,
                  en mi alma y mis sentidos, saturando de añoranza mi mente, miro el
                  volar calmado de esa gaviota sobre las aguas y suspiro... sí, suspiro
                  porque  igual  que  ella  quisiera  extender  las  alas  y  volar  hacia  ti,

                  abrazarte con ellas y traerte a mis lugares, para que juntos, con las
                  manos enlazadas, nos sentemos sobre la arena y juguemos con las
                  olas, ponerte en el oído una caracola y escuches ese rumor de mar que

                  suavemente emite.
                  ¡Cuántas  ansias  hay  en  mí  de  tenerte  aquí  a  mi  lado  en  este  bello


                  atardecer!
                  Donde  se  conjuntan  los  colores  y  la  quietud  de  las  aguas,  cual
                  inmenso espejo, reflejan esos colores bellos del ocaso, que te dejan el
                  alma impregnada de paz, de dulce sentir... ese sentir que me atrapa y

                  me  dice  melancólico  que  te  añoro,  que  los  días  se  van  deslizando
                  lentamente en esa dulce quietud de saber que allá en la distancia estás
                  tú, eterno amor que me llena de agonía y a la vez de felicidad por saber
                  que me quieres, que igual que yo escribes letras dulces al amor.

                  ¿Te imaginas abrazado por la calidez del sol? ¡La dulce sensación del

                  mar  escurriéndose  entre  tus  pies!  Y  a  tu  lado  esta  hombre  que  te
                  extraña, que te ciela, que envuelve en un beso ese te cielo y lo lanza en
                  un suspiro a la brisa marina para que se disuelva en la distancia... esa
                  distancia que cual líneas paralelas no llegan a unirse... te pienso... te

                  añoro... te cielo y le imploro a la vida un minuto de amor, un instante
                  contigo, para saturar tu piel de mis caricias, que esta sed de amarte se
                  disuelva  cuando  entre  tus  brazos  alcance  el  consuelo  de  haberte
                  amado... y después... después perderme en el tiempo y quizás en el
                  olvido... aunque ya no seas del todo mía... aunque tu corazón se llene

                  de  un  nuevo  sentir,  quedándome  en  el  corazón  ese  recuerdo  del
                  instante que la vida me regaló con tenerte a mi lado... llevar en mi piel
                  tu aroma y en mis labios ese beso dado...
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