Page 337 - JUNIO 2024
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Hoy he de lucir radiante de alegría, pues no quiero apagar el brillo de                     19
                  tus buenas intenciones con energías negativas. No, no puedo permitir
                  que, con mis actitudes, pueda yo arruinar esta mañana que de otro

                  modo podría ser hermosa, pues tú con tu mirada -haya o no nubes-,
                  logras encender poner luz al día, iluminándolo y llenarlo de suaves y
                  agradables colores.

                  Cada mañana trae una nueva oportunidad de renovación, y estando a
                  tu  lado  todo  me  parece  posible,  todo  es  mágico.  Me  agrada  esta

                  sensación  que  tengo,  por  la  cual  aun  sin  saber  lo  que  mañana  me
                  regalarás, ya siento ansias de que llegue un nuevo amanecer, contigo
                  a mi lado, regalándome nuevas emociones bajo un bello amanecer que
                  esté colorido o no, será especial por el simple hecho de saber que
                  existes, y estás ahí para mí.


                  Mis líneas viajan para abrazarte, te encuentran, te miran, y te susurran
                  procurando anidarse en tu corazón. Deseo que nunca más estés sola,
                  y quiero que la calidez de este amor sincero te cubra. Conocerte hizo
                  que de ti me vuelva dependiente, cada día y cada momento necesito

                  saber que estás bien, sin nada que te falte, para así yo poder seguir
                  con las cosas de mi vida. Necesito y así, de esa manera, proteger este
                  amor contra todo.

                  Presente  estás  en  mí,  a  diario  te  encuentras  en  mí:  mientras  me
                  encuentro en la calle, en el trabajo, a la hora del almuerzo, en el coche

                  y en mis sueños… En cada cosa que hago pretendo aprisionarte y no
                  dejarte  salida  alguna,  porque  quiero  volverte  mi  sueño  viviente,  mi
                  realidad con su traje de utopía que simplemente dejó de serlo, para
                  convertirte en el logro que la mayoría de los incrédulos no pensaba

                  que obtendría.

                  Tan sólo deseo ser esa sombra que no se aleja de ti, aunque corras al
                  fin del mundo, porque hasta ahí mismo me tendrás.

                  Ambos,  juntos,  en  latitudes  opuestas,  que  al  final  sólo  son  fríos
                  números que algún día dejarán de serlo.


                  Espero no cansarte con estas cartas, pero las he tenido acumuladas
                  por mucho tiempo, con fecha cambiadas, pero con el mismo sentir que
                  no cambia, porque lo que sentía antes por ti lo siento hoy o más que
                  nunca, con mucha más fuerza, pero también con un tinte especial, con

                  una visión más clara y consciente.
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