Page 452 - JUNIO 2024
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Pienso en ti, sólo en ti me gusta pensar cuando todo parece caerse,                         20
                  cuando  todos  parecen  fallarme,  cuando  todos  han  mentido,
                  caminamos los mismos sueños, por un sendero que nunca se bifurca

                  mientras lleguen tus ojos.

                  SÍ, estoy convencido que tus ojos tienen la culpa de que yo me ponga
                  a escribirte todas estas cartas.

                  Llegan frases de algún mes para bendecir tu nombre, el pan, el día, la
                  hora que llegaste, el instante en que me escogiste para alojarme en ti,

                  oraciones de amor que lamen el tiempo, ¿Dónde estabas cuando el
                  amor era una palabra indescifrable, indescriptible, indefinible?

                  ¿Dónde?

                  Tal  vez  todavía  no  iba  a  pasar  ningún  invierno  que  me  trajera  tus

                  brazos, pero el frío aprendió a insinuarme con cada enero tu nombre,
                  y  supe  que  estabas  en  los  confines  de  lo  posible,  que  este  amor
                  caminaba paralelo desde nosotros hacia nosotros.

                  Ya no saben esconderse estas cartas, estos versos que saben de un
                  amor sincero, que se cuenta a sí mismo todas sus esperanzas recién

                  nacidas, y revive otras que agonizaban permanentemente negándose
                  a morir del todo.

                  Las  palabras  que  has  traído  hasta  aquí,  espiritual  tatuaje, eso  que
                  serás tú, porque así lo necesito, un tatuaje secreto que nunca se borre

                  del alma y que, sin embargo, sea casi invisible para todos aquellos que
                  han manchado las oraciones divinas de amor con frases insulsas de
                  este mundo.

                  He  mirado  mis  manos,  y  mi  boca,  mis  ojos,  mis  poemas,  sí  los  he
                  mirado quedarse en silencio, para escuchar al corazón transformarse,

                  decir te cielo, te adoro, te extraño tanto.

                  Allá donde te encuentres, aprende a leer este silencio cuando es más
                  intenso que el ruido del mundo, y esta sed, y esta agua, y todos los
                  besos a veces profanos a veces sacros que quieren llegar hasta tu

                  boca.

                  Te Cielo.

                  Nuestro amor

                  ¡Hola, mi amor!
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