Page 47 - JUNIO 2024
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¿Cuáles son las palabras que necesito para hablarle a una célula 11
de mi cuerpo? ¿O al átomo, a un poro o tal vez a la sangre que
corre por mis venas?
No puedes agarrar a ninguno de ellos y hablarles esperando que
entiendan un lenguaje, unas palabras que tratan de explicar
algo.
No puedes tomar la energía que rodea el cuerpo e intentar hablar
con ella, sin embargo, esas cosas existen, aunque tengan “un
lenguaje propio”, así es el corazón que no depende de un
lenguaje porque él es autónomo, es capaz de pensar, decidir y
elegir a su antojo, además de ser capaz de comunicarse en todos
los niveles sin tanta dificultad.
Te cielo, es lo único que podría decir porque no tengo la
capacidad de describir ni escribir, mucho menos traducir esto
que dice mi corazón, esto que grita tan alto y tan fuerte, esto
que yo puedo entender pero que me es
imposible de expresar en palabras porque el lenguaje del amor,
del corazón, no está hecho para ser leído ni mucho menos para
ser comunicado por la mente, por eso mi mente no lo entiende
y no puede traducirlo a palabras, por tanto, las verdaderas
“palabras” del corazón no pueden ser distorsionadas porque
nadie puede transmitir en palabras lo que está hecho sólo para
ser sentido y vivido a través de las emociones, aquello que
denominamos sentimiento.
No tengo idea de cómo puede llegarse a sentir tanto, y no sé si
de alguna manera pueda mostrarte todo lo hay dentro de mi
corazón, pero déjame empezar diciendo que te cielo porque es
la única frase que iguala en intensidad lo que yo siento por ti.
Detrás de un te cielo hay tantas cosas, no me alcanza el tiempo
ni el espacio para expresar todo lo que he querido, pero sé que
entenderás lo primordial.
Son tantas las maravillas que me haces sentir y vivir, son tantos
los momentos de alegría e ilusión.