Page 489 - JUNIO 2024
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Todo mi cuarto te nombra, todo lo que hay en mi entorno te respira. Hoy, 10
con la luz que entra por mi ventana imagino muchos paisajes y tiempos
que estaré contigo.
Mi cuarto ya no es el mismo, porque está rodeado de mis libros, de mis
cartas que te entregan un poco de mí en cada letra.
No sé si es verano o invierno, tú llenas de calidez todos mis espacios y no
sé vivir sin ti. No le temo a la niebla, no le temo a los meses que pasan por
mi calendario, porque en cada número y mes tú nombre está grabado…
¡Cómo nos hace el amor…!
Nos pone más tolerantes, nos pone más melancólicos, pero a la vez mucho
más alegres. El corazón late de prisa y sonreímos sin que nadie nos vea
cuando leemos nuestras cartas tan amorosas.
Quizás, sólo quizás, para los demás aquello que escribo no tiene sentido,
pero para nosotros lo es todo. ¿Nos amamos, ¿verdad?
Dentro de unos instantes estas palabras llegarán a ti, acudo al llamado de
tus ojos que también me extrañan.
Reconozco tu amor desde lejos, llegó de un futuro prometido como tierra
sagrada para dos, ahora que puedes leerme y ya no eres un destinatario
inexacto de mis cartas, quiero contagiarte la certeza, esta certeza
inexplicable de saber que no faltan años para conocerte y encontrarte.
Siempre estuvo en mí esa certeza de encontrarte, siempre fue profunda
como tu mirada, así de clara, sólo una vez me faltó y por esos días llegaste,
y cambiaste mi vida para siempre.
Esta carta está siendo enviada para no aspirar tu ausencia, ya no quiero
caminos que no me lleven a ti. Suena la vida por la ventana, suena una
canción en los árboles, es el gorrión que hace una sinfonía con sólo siete
notas… quizás no conoces los gorriones, quizás sí, pero no conoces cómo
cantan de este lado del atlántico.
Tampoco sabes que cada vez que vuelves, aunque sea en pensamiento, ese
es un instante mágico.
También me sucede cuando pronuncio tu nombre cada vez que termino de
escribir tus cartas.