Page 507 - JUNIO 2024
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No sé si es verano o invierno, tú llenas de calidez todos mis espacios                      10
                  y no sé vivir sin ti. No le temo a la niebla, no le temo a los meses que
                  pasan por mi calendario, porque en cada número y mes tú nombre

                  está grabado…

                  ¡Cómo nos hace el amor…!

                  Nos pone más tolerantes, nos pone más melancólicos, pero a la vez
                  mucho  más  alegres.  El  corazón  late  de  prisa  y  sonreímos  sin  que
                  nadie nos vea cuando leemos nuestras cartas tan amorosas.


                  Quizás,  sólo  quizás,  para  los  demás  aquello  que  escribo  no  tiene
                  sentido, pero para nosotros lo es todo. ¿Nos amamos, ¿verdad?

                  Dentro  de  unos  instantes  estas  palabras  llegarán  a  ti,  acudo  al
                  llamado de tus ojos que también me extrañan.

                  Reconozco tu amor desde lejos, llegó de un futuro prometido como

                  tierra sagrada para dos, ahora que puedes leerme y ya no eres un
                  destinatario  inexacto  de  mis  cartas,  quiero  contagiarte  la  certeza,
                  esta certeza inexplicable de saber que no faltan años para conocerte
                  y encontrarte.

                  Siempre  estuvo  en  mí  esa  certeza  de  encontrarte,  siempre  fue

                  profunda como tu mirada, así de clara, sólo una vez me faltó y por
                  esos días llegaste, y cambiaste mi vida para siempre.

                  Esta carta está siendo enviada para no aspirar tu ausencia, ya no
                  quiero caminos que no me lleven a ti. Suena la vida por la ventana,

                  suena una canción en los árboles, es el gorrión que hace una sinfonía
                  con sólo siete notas… quizás no conoces los gorriones, quizás sí, pero
                  no conoces cómo cantan de este lado del atlántico.

                  Tampoco  sabes  que  cada  vez  que  vuelves,  aunque  sea  en
                  pensamiento, ese es un instante mágico.


                  También  me  sucede  cuando  pronuncio  tu  nombre  cada  vez  que
                  termino de escribir tus cartas.

                  (Tú  me  haces  amarte  cada  día  más)  Siempre  tuyo…  siempre  mía…
                  siempre nuestro.


                  Desde mi rincón para ti.

                  Te cielo vida mía, gracias, muchas gracias por permitirme el amarte
                  día a día, noche a noche. Te adoro vida mía…
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