Page 646 - JUNIO 2024

Es para esa persona que escribo estas palabras, porque es la dueña de mi 16
inspiración. La cielo con locura porque mis labios solo piden sus besos,

cielo a la persona que día a día, sea cual sea la distancia, me hace feliz con
un simple “te cielo” porque ya no es él, te cielo de antes, es él, te cielo que
sale de los labios del amor de mi vida, de la persona que Dios puso en mi

camino, de esa persona que me hace feliz día a día.

Por todo eso la cielo, porque es un hermoso regalo de Dios, porque es todo
para mí. El cielo porque es único, y no hay otro que ocupe un lugar en mi

corazón. Cielo a esa persona tan especial que invadió mi vida
transformándola en plena felicidad.

Te cielo con todo mi corazón

Desde que era tan solo un niño, he soñado con la posibilidad de encontrar
el amor de mi vida: mi media naranja, esa persona especial, que llene por
completo mi corazón, aquella que el destino ha preparado para mí, y junto

a quien encontrare la verdadera felicidad para toda mi vida.
Crecí con esta fantasía en lo más profundo de mi mente, siempre soñando
con poder vestirme de blanco, con un vestido precioso, lista para dar el “sí

quiero”, que me convertiría en el ser más feliz sobre la faz de la tierra.

Siendo un adolescente sufrí los desapegos de los amores no
correspondidos, y sin embargo, jamás perdí la paciencia, jamás perdí las

ganas de luchar y de seguir siempre hacia adelante, con la posibilidad de
conseguir a esa persona especial a la que había dedicado tantas

pensamientos a lo largo de mi vida.
Un día que parecía normal: ella llegó. Me cogió completamente
desprevenido, sin embargo, tan solo necesité de una simple mirada entre

nosotros para saber que era ella.

Mi amor verdadero llamaba a mi puerta, y yo estaba más que ansioso por
poder responder a su llamada. Desde entonces me siento la persona más

feliz, un hombre afortunado, que tiene a su lado a una mujer maravillosa.

Esta es mi historia, de cómo mi primer y único amor ha conseguido
convertirse en la mayor fuente de energía que jamás pude encontrar, la cual

me llenara de una felicidad total.