Page 966 - JUNIO 2024
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En la inmensidad de los sueños me cielas, hasta en los sueños me cielas, y                  8
                  en esta vida me acabas, porque tú eres mi principio y mi fin, mi alfa y mi

                  omega.

                  Me llevas a lo más recóndito de los sueños, a los más secretos de mis
                  anhelos, al paraíso de los muertos, pero estoy vivo, me lo recuerdas cada


                  segundo, me lo haces sentir cada vez que pienso en ti.
                  Te he soñado, te he sentido, te he buscado.

                  Tengo tantos sueños, tantos deseos, tantos anhelos, y que estés siempre

                  a mi lado es mi único deseo.

                  Mi sangre vibra, mi piel fluye, mis ojos oyen, mi boca mira, mis oídos te

                  besan… todo está al revés… yo lo único que quiero es estar contigo.

                  Eres el sabor dulce de lo amargo, el aire fresco del verano, la humedad de
                  la  lluvia  de  polvo,  la  luz  del  silencio,  la  oscuridad  del  infinito,  y  sigo
                  aferrándome a ti, sigo amándote hasta los huesos.


                  En los huesos vives, en los huesos estás, en el aire te respiro, en el cielo te
                  miro, en la lluvia me lloras, en la luz me llamas, en el amor me cielas…

                  En la inmensidad de mis sueños, la solución es abrazarte en un abrazo,

                  sacarte de un sueño soñado, y solo besarte con un beso.

                  Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
                  nuestro.



                  Te cielo.
                  ERES, HAS SIDO Y SERÁS


                  Mi vida, te escribo de nuevo para decirte que tú eres, has sido y serás lo
                  más preciado para mí en este mundo, y sólo por el hecho de que te cielo,

                  para mí es suficiente.

                  Pero, además, también tengo en mi mente el hecho de saber que nadie me
                  conoce más que tú, que nadie me habla con la misma nobleza y sinceridad
                  que tú, y que tus caricias son tan cálidas y tiernas que hasta una roca

                  lloraría de emoción.
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