Page 1149 - JULIO
P. 1149

Nadie te conoce como yo, tú me conoces mejor que nadie...
                                                                                                              20
                  Sólo contigo puedo hablar sin parar, sólo contigo me vuelvo algo poeta, algo
                  loco, de todo un poco para que sepas que siempre vives en mí.


                  Cada minuto y cada instante lo vivo para ti. Nunca me cansaré de escribirte
                  estas cartas de amor que van sólo para ti.

                  Te cielo, siénteme amor, para que, aunque no me veas puedas sentir siempre

                  que estás conmigo.

                  Siempre te llevo aquí y no puede ser de otra manera.

                  Tú eres la dueña de mis letras, sueños y esperanzas, pues mi corazón nunca
                  antes ha sentido tanta dicha como la de ahora que te tengo a ti, por quien

                  vivir y darlo todo.

                  Sólo por ti

                  Sólo  por  ti  esta  noche  me  siento  a  escribir  letras  sueltas  que,  como

                  rompecabezas de mil formas, intentan desgranar el sentir de un corazón
                  que cada día vive en un universo más modificado.

                  Un corazón que late desenfrenadamente y quiere salirse del pecho para

                  correr junto al tuyo y estar cada hora, cada minuto, cada segundo más cerca,
                  transmitiéndote los calores que abrazan mi alma y me hacen sentir que mi
                  vida sólo tiene sentido si tú formas parte de ella.

                  El amor llegó, tú has sembrado su semilla en mi pecho de la que poco a poco

                  va surgiendo un árbol que cada día es más fuerte, con raíces sólidas que se
                  aferran al suelo que pisan tus pies.

                  Todos mis senderos conducen a ti y es que por ti mi cuerpo se estremece
                  como nunca antes creí que pudiera hacerlo.


                  Sólo porque existes las penas y dolores internos son más llevaderos, y sin
                  tu presencia mis alegrías no son completas.

                  Tú  eres  esa  mitad  perdida  que  me  complementa,  me  da  seguridad  y
                  minimiza mis penas.


                  Cada «te cielo» pronunciado por tus labios es como un hechizo mágico que
                  transforma el día en noche, el mar en desierto, hoy te veo sonriendo y
                  sintiéndote la mujer más dichosa del planeta.
   1144   1145   1146   1147   1148   1149   1150   1151   1152   1153   1154