Page 1337 - JULIO
P. 1337
Pienso en tu amor que quiero para siempre, ese amor que siempre me trae
9
aromas de todos los tiempos, amor con aroma, un amor bello del que
hablo en todas las cartas que llegan a ti.
Estamos juntos desde entonces, desde nuestras primeras cartas, y pronto
vendrá el tiempo de estar juntos al fin.
Aguardo la llegada de ese día, el de nuestro beso recíproco.
Pronto llegará la hora de contarnos todas nuestras cosas, y desde luego
siempre volverán nuestras cartas, las leeremos en otoño y escribiremos
más para leerlas en primavera.
Te diré que te amé desde siempre, que te esperé, que te extrañé en frías
noches, y en mañanas soleadas también.
Me dirás que de la misma manera me extrañabas cuando a ti llegaba una
neblina que no sabías de dónde provenía, pero ya estaré ahí para abrazarte,
para verme en tus ojos, para dejar que transcurra el tiempo sin agobiarnos,
que nuestros instantes sean largos, muy largos cuando podamos decirnos
-te cielo- casi al unísono y así medios dormidos y con el mismo tono,
con la misma voz, con la misma mirada.
Sólo tú eres bendición de mi vida, porque una noche cuando ya no soñaba
nada bello o ya no recordaba lo soñado… soñé tus ojos, soñé que tu
mirada veía al mundo de forma distinta.
Entonces fue cuando comprendí...que ya no tenía mundo...ahora tenía
"nuestro mundo",
Que ya no tenía Dios...ahora tenía “nuestro Dios”, que ya no tenía amor,
ahora tenía “nuestro Amor”, que por ti ya no tenía sueños, ahora tenía
“nuestros sueños”, todos nuestros ideales eran cómplices, lo son desde
entonces, eres mi amado y mi compañero insustituible de este mundo
que cada día parece más nuestro.
No quiero perderte nunca, -no quiero tenerte lejos nunca más. -
Ahora mi amor solamente me queda pedirte esperar, darles el tiempo a las
cosas. Dejar que todo suceda, que todo fluya en su momento. No
estaremos separados toda la vida mi amor.