Page 1407 - JULIO
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Mi querido amor: La necesidad de saber de ti, de cómo 12
estás, de tus días, o de contarte acerca de mis noches
sin ti, hacen que me siente en mi rincón para
regalarte unas letras…
Esas mismas letras que siempre llegan cuando más se
necesitan, cuando faltan las palabras. Cuando faltan
las caricias están las cartas que vuelan hasta tus
manos para hacernos sentir más cerca.
Escribiéndote las distancias no duelen tanto, contigo
siempre me atrevo a volar muy alto, contigo no le
temo a nada y nadie. Me das tanta dicha y felicidad
que no me cabe este amor en el pecho..
La noche, siempre es propicia para escribir estas
letras y echar a volar la imaginación de cómo sería
estar contigo. Al menos sé que por ahora podemos los
dos observar la misma luna, las mismas estrellas… y
eso me hace mucha ilusión.
Amarte cada día y en cada momento es una tarea muy
fácil y no está limitada por el tiempo.
El amor que te entrego es un amor que se da libre
como el viento, no tiene necesidad de permisos
especiales, sólo se da y se siente como algo lindo y
bendecido.
Te confieso que muchas veces me pregunto si las letras
que te envío pudieran resultar aburridas, porque
parece que siempre son pocas y repetitivas. ¿Pero el
amor, acaso no es así? Para mí siempre es maravilloso
y grato leer o escuchar las palabras que salen de
nuestros labios y corazones. «Te cielo», «te
extraño…» Esas palabras jamás cansan, porque son
nuestras.
Este amor que tenemos lo hemos sabido cuidar a través
del tiempo, y no dejaré que se vaya, no me cansaré
de escribirte estas palabras…
Son nuestras cartas, nuestros sentimientos, y eso
jamás podría cansar.