Page 1566 - JULIO
P. 1566
Es en este preciso momento donde comienza el corazón hablar de amor, es 27
que hablar del amor para él; es hablar de ti, son tantas las ilusiones hechas
imaginando un camino juntos, del cual te veo siempre cogidita de mi mano,
haciendo de nuestra realidad un paraíso de emociones.
Es que el amor para mi corazón ya le suena poco, tú eres más que ello, tú
eres esa alegría desbordante que mis poros transpiran cada vez que te veo,
tú eres mi único sendero, tú eres mis mil motivos en que pensar, en tan
simples palabras te puedo decir, que tú lo ocupas todo y que tú eres mi
eterna felicidad.
Será de contarte, que conocí el amor en una sonrisa tuya, en un gesto tuyo,
en una palabra, de aliento, en la frescura de tu lozanía; conocí la elegancia
en tu manera de caminar y por ello te abrí las puertas del jardín de mi
corazón, te has plantado y has crecido muy rápido en él, siendo ejemplo
para las demás rosas que envidiosas miran tus lindos capullos, que mis
manos tocan cada vez que acaricio tu piel.
Eres frescura de mis pensamientos, eres la magia que envuelve de alegría
mi vida, eres la parte más divina entre mis sueños y eres mi linda realidad.
He sentido el eco casi constante del fulgor que se desprende del alma hacia
mi corazón, el eco que incesante me repite que te cielo, porque te necesito
entre mis brazos, deseosos estos por darte calor, ternura y pasión; te cielo
por permitirme saber que existes y que es demasiado lindo conocerte, te
cielo porque he agradecido a Dios por cruzar nuestros caminos y hacer que
el mío con tu presencia desborde en felicidad, te cielo porque has inspirado
en mí la más hermosa poesía de amor, la cual dice: “…hazme soñar
siempre con la faz de tu mirada, y la razón de este gran amor, que para el
mundo deseo dejarte hecha poesía anhelada y para mis versos la imagen y
melodía jamás soñada…”
Y como si fuera poco, ahora sí te diré mi gran verdad: De mi sonrisa
significas la alegría, de mi pensamiento el significado de dulzura de mujer,
de mis sentidos la divina creación de mi señor, de mi vida la virgen y mi
angelito de la guarda, y de mi corazón que está hoy en tus manos,
significas el eco desesperado, que por siempre y para siempre serás la niña
de la cual me enamorado.
Te cielo, te cielo, te cielo… y siempre tú serás mi único y gran amor.