Page 1850 - JULIO
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Esta noche, al igual que el resto de noches de toda mi vida, estás aquí                     11
                  a  mi  lado,  y  lo  que  más  me  importa  es  poder  contemplar  la  luna
                  reflejada en tus ojos: un lugar donde sé que, de una vez por todas,

                  habrá felicidad eterna.

                  La mujer que cielo ya es mi esposa, y lo será para siempre.

                  La  mujer  de  mi  vida  eres  tú  y  únicamente  tú,  por  el  tiempo  de  los
                  tiempos…

                  Te cielo, BEGOÑA, mujer de mi vida.


                  Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
                  nuestro.

                  Lo que significas para mí.

                  Mi amor:

                  Hay muchas maneras de expresar los sentimientos que pueden llegar

                  a  habitar en  lo  más  profundo  de  un  corazón  enamorado,  pero,  sin
                  embargo, no he encontrado nada mejor que esta sincera carta de amor,
                  en la que quiero que te des cuenta todo lo que siento por ti.

                  Llegaste a mi vida de una manera que no me esperaba, sin llamar a la

                  puerta, sin previo aviso: tan solo te acercaste a mí con tu radiante
                  sonrisa, y me conquistaste con tu personalidad.

                  Desde entonces mi vida ha dado un vuelco de más de 360 grados, ¡y
                  no podría estar más feliz por ello!


                  Ahora que he aprendido que el amor de verdad es muy real, y no algo
                  que tan solo existe en las películas, o en la televisión, me siento muy
                  feliz de poder gritar a los cuatro vientos que por fin he conocido el
                  amor de verdad, y una  ráfaga  de  aire  fresco  y  positivo se  lleva  mi
                  corazón.


                  Tan solo quiero que al leer esta carta pueda ofrecerte una pequeña
                  muestra de la felicidad de la que me has hecho dueño, porque ahora
                  que estás aquí no voy a poder imaginar nunca como será una vida en
                  la que no pueda tenerte a mi lado.


                  Me has ayudado a crecer, a convertirme en mejor persona, y sé que no
                  voy a poder olvidarte. Sonríe, besa, ciela, y simplemente, disfruta de la
                  vida  que  tenemos,  porque  jamás  podremos  volver  a  recuperar  los
                  momentos del pasado.
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