Page 475 - JULIO
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Tu amor que mucho te extraña... y te ciela.
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                  Así te adoro, así te cielo, siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro.


                  Amarte a cada momento.

                  Mi querido amor: La necesidad de saber de ti, de cómo estás, de tus días,

                  o de contarte acerca de mis noches sin ti, hacen que me siente en mi
                  rincón para regalarte unas letras…


                  Esas mismas letras que siempre llegan cuando más se necesitan, cuando
                  faltan las palabras. Cuando faltan las caricias están las cartas que vuelan
                  hasta tus manos para hacernos sentir más cerca.


                  Escribiéndote las distancias no duelen tanto, contigo siempre me atrevo a
                  volar muy alto, contigo no le temo a nada y nadie. Me das tanta dicha y

                  felicidad que no me cabe este amor en el pecho.

                  La noche, siempre es propicia para escribir estas letras y echar a volar la

                  imaginación de cómo sería estar contigo. Al menos sé que por ahora
                  podemos los dos observar la misma luna, las mismas estrellas… y eso me

                  hace mucha ilusión.

                  Amarte cada día y en cada momento es una tarea muy fácil y no está

                  limitada por el tiempo.

                  El amor que te entrego es un amor que se da libre como el viento, no

                  tiene necesidad de permisos especiales, sólo se da y se siente como algo
                  lindo y bendecido.


                  Te  confieso  que  muchas  veces  me  pregunto  si  las  letras  que  te  envío
                  pudieran  resultar  aburridas,  porque  parece  que  siempre  son  pocas  y
                  repetitivas. ¿Pero el amor, acaso no es así? Para mí siempre es lindo y grato

                  leer o escuchar las palabras que salen de nuestros labios y corazones. «Te

                  cielo», «te extraño…» Esas palabras jamás cansan, porque son nuestras.

                  Este amor que tenemos lo hemos sabido cuidar a través del tiempo, y no
                  dejaré  que  se  vaya,  no  me  cansaré  de  escribirte  estas  palabras…  Son

                  nuestras cartas, nuestros sentimientos, y eso jamás podría cansar.
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