Page 570 - JULIO
P. 570
Cuando duermes a mi lado me estremezco al tocar tu piel; sentir 30
tus caricias y envolverme en tus muslos se ha convertido para mí
en un hábito, en una terrible necesidad.
Pero cuando no estás, llega siempre el desconsuelo, como si el
terrible destino quisiera burlarse, me grita que no estás, que no te
tengo aquí.
Al amanecer, las arrugas de la cama me recuerdan tu ausencia y
me pareciera que nunca vendrás. ¿Acaso este sufrir es el precio
para vivir eternamente en tus labios, para despertar cada
mañana junto a ti?
Mi amor, me siento muy débil, te extraño tanto…
No me imaginé llegar a sufrir tanto sólo de pensar que estás lejos
de aquí.
No sé cómo quitarme esta tristeza, me siento muy solo,
terriblemente solo.
Aunque te hayas separado de mí sólo unos días ¿cómo despejar
mi mente, si toda mi mente está llena de imágenes de ti?
Me siento infeliz sin ti...
Anoche te escribía en la soledad de nuestra habitación, pero no
me atreví a enviarte lo que escribí.
Anoche te confesaba mi gran amor, te intentaba explicar todo lo
que has llenado en mí, todo lo que llevo por dentro desde el día en
que te conocí.
Te intentaba decir lo hermoso que es el amor en tu ausencia, pero
sólo me salía lo triste que es no tenerte.
Sólo me salía lo triste y vacío que estoy sin ti, que cuando pienso
en ti, en mi cuerpo se enciende una pasión intensa y el deseo de
tener tu amor crece, el deseo de tener tus besos me ahoga, me
desespera...