Page 837 - JULIO
P. 837

Mis  palabras  pueden  parecer  las  mismas  que  las  de  otros  días.  Los                6
                  términos usados pueden ser iguales, pero como tú mismo siempre lo has

                  hecho notar, el sentimiento es nuevo cada día: más sublime, más tierno y

                  más hermoso.
                  Entonces  con  sonrisa  en  los  labios  entrego  mi  alma  a  la  reflexión,  al

                  pensamiento  que  en  mí  provoca  el  tan  sólo  mirarte,  el  tan  sólo
                  contemplarte en aquella foto que de ti conservo.

                  Suspiro y un millón de versos vuelan a velocidades extremas en mi mente,

                  entonces detengo a alguno de ellos en su marcha, tomo el verso y lo plasmo
                  en un pergamino de amor donde escrita podría estar nuestra historia, como
                  una de aquellas edades épicas cuando el caballero a los pies del balcón de

                  su dormitorio no dejaba de dirigirse a su bien amada, a su doncella, con
                  poemas de gloria y perpetuidad.

                  Es que este amor que sentimos podría asemejarse a aquello o a algo mucho


                  más hermoso, más romántico.
                  Podría decirse que somos una escena misma de amor que se repite cada día
                  cuando  nos  encontramos,  cuando  nos  dirigimos  las  palabras,  los

                  pensamientos, los sentimientos, y nos envolvemos con cada "te cielo" que
                  salen de nuestras mentes y nos las enviamos como un tributo al cielo, como

                  diciéndole al viento mismo que dirija nuestro sentir por sus olas mismas
                  que hemos conformado con nuestros suspiros para que felizmente lleguen
                  al destinatario esperado en la distancia: nosotros mismos.


                  La mente es ilimitada mi amor, lo mismo que los felices latidos en nuestros
                  corazones.

                  Es por esa simple razón que no puedo cansarme de escribirte, porque cada

                  latir enamorado por ti, es una nueva palabra, un nuevo verso, una nueva
                  carta o un nuevo poema.

                  Escribiría toda la vida, pero el único deseo que tengo ahora es el de seguir

                  escribiéndote  de  esta  forma  para  que,  mediante  lazos  que  habremos
                  conformados con cada línea plasmada en cada enamorado versar, nuestras
                  letras sirvan para unirnos: primero espiritual y sentimentalmente, luego

                  físicamente en algún punto de la tierra donde los dos por fin podamos estar
                  juntos.
   832   833   834   835   836   837   838   839   840   841   842