Page 871 - JULIO
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Te cielo, como dos palabras que forman una sonrisa en tus labios,                           15
                  como dos cielos llenos de colores reflejados en tus ojos, como dos
                  palabras infinitas que no deben dejar de sentirse.

                  Amarte en realidad es un premio, desconozco si te merezco, al menos

                  lucho por merecerte, pero es un premio, es un regalo que cualquier
                  persona debería recibir, pero que sólo tengo yo.

                  Por dejarme amarte te doy las gracias y te ofrezco mil años de amor
                  que condenso en este beso que te entrego desde el fondo de mí mismo.


                  Te cielo.

                  Sólo por ti

                  Sólo por ti esta noche me siento a escribir letras sueltas que, como
                  rompecabezas  de  mil  formas,  intentan  desgranar  el  sentir  de  un
                  corazón que cada día vive en un universo más modificado.


                  Un corazón que  late  desenfrenadamente  y  quiere  salirse del  pecho
                  para correr junto al tuyo y estar cada hora, cada minuto, cada segundo
                  más  cerca,  transmitiéndote  los  calores  que  abrazan  mi  alma  y  me
                  hacen sentir que mi vida sólo tiene sentido si tú formas parte de ella.


                  El amor llegó, tú has sembrado su semilla en mi pecho de la que poco
                  a poco va surgiendo un árbol que cada día es más fuerte, con raíces
                  sólidas que se aferran al suelo que pisan tus pies.

                  Todos  mis  senderos  conducen  a  ti  y  es  que  por  ti  mi  cuerpo  se

                  estremece como nunca antes creí que pudiera hacerlo.

                  Sólo porque existes las penas y dolores internos son más llevaderos,
                  y sin tu presencia mis alegrías no son completas.

                  Tú eres esa mitad perdida que me complementa, me da seguridad y
                  minimiza mis penas.


                  Cada "te cielo" pronunciado por tus labios es como un hechizo mágico
                  que transforma el día en noche, el mar en desierto y los Himalayas en
                  una pradera por la que camino con el cabello suelto y la frente en alto,
                  sonriendo y sintiéndome el hombre más dichoso del planeta.


                  Eres la responsable de la metamorfosis más bella que pueda existir,
                  pues junto a ti voy conociendo los infinitos colores que matizan la
                  existencia de los seres humanos, como capullo que se abre al viento
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