Page 917 - JULIO
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Deseo tu corazón amable, tu alma bella, tus sentimientos de ternura, tus
caricias sinceras, tus besos silenciosos...
Deseo mirarte despacio, poco a poco, recorriendo tus secretos y disfrutando
de tus silencios, déjame admirarte mientras te deseo.
Decirte que te cielo es poco, besarte y desearte es poco, hasta hacerte
feliz es poco... todo es poco para demostrarte que moriría por tu amor.
LA MUJER QUE CIELO
La mujer que cielo es un pedazo de cielo en mis manos, es un rayo caliente
de sol que abriga mi alma dormida...
La mujer que cielo es un minuto de paz en medio de la más sangrienta
guerra, es la lluvia mojando el suelo reseco de un campo cultivado...
La mujer que cielo es capaz de secar hasta la última de mis lágrimas con su
sonrisa, y a la vez es capaz de provocarme el mayor de los llantos sólo con
decirme que me ciela en el momento que más lo necesito...
La mujer que cielo es el ser que comprende más allá de la mirada, más allá
de lo físico y lo elemental... ella sabe dibujar esperanzas, mañanas
fascinantes, viajes estelares y encuentros sublimes con sólo cerrar sus ojos
y dejarse llevar... y llevarme con ella...
Ella provoca que mi alma se eleve por los cielos y encuentre la suya en una
nube esperando por mí, con su hermosura y sus manos abiertas para recibir
las mías...
Ella conoce mis temores, mis deseos, mis miedos... ella sabe cuándo siento
pena, dolor, angustia y cuando estoy feliz...
La mujer que cielo me sacó del letargo, me mostró que en la Tierra hay
ángeles sin alas que caminan a nuestro lado, que velan por nosotros de una
manera especial... que, aunque no podamos distinguirlos o verlos, ellos están
siempre cuidando de nosotros...
Ella es ese ser tan especial que puso Dios en mi camino...
Yo sé que esta mujer a la que cielo tanto es tan especial que un día tal vez
la pierda, que se aleje de mi lado... pero estoy tan feliz de amarla que solo
me importa dar gracias por haberla encontrado, por haberla conocido, por
disfrutarla y sobre todo respetarla...