Page 9 - Boletín Mensual CIMAT abril 2019 (número 11)
P. 9

  Países como Estados Unidos, Inglaterra, Japón y Chi- na ya entendieron el papel estratégico que el área desempeñará —en un futuro cercano— en el desa- rrollo económico, científico y social, y están tratando de invertir fuertemente en el campo.
Se estima que la IA puede aportar hasta 15,7 billones de dólares a la economía global en 2030. A la vista de este enorme potencial de mercado, las grandes empresas de tecnología, como Google, Facebook y Microsoft, están entrando con todo en la carrera por desarrollar las mejores aplicaciones en el área. La cantidad de patentes en el sector está en auge.
Aunque gran parte de este movimiento en torno a la IA está ocurriendo al norte del globo —donde las condiciones son más compatibles con el tama- ño del emprendimiento—, no se puede negar el enorme potencial del área para el desarrollo del sur global, y particularmente para América Latina.
Según un estudio realizado por Accenture, em- presa de consultoría del sector de la tecnología, la IA tiene el potencial de aumentar las tasas de crecimiento anuales en América Latina hasta un punto porcentual en 2035. Los servicios financie- ros, las industrias de commodities, el comercio mayorista y los servicios públicos serían, según la empresa, los sectores más beneficiados por el desarrollo de esta tecnología en la región.
Además de estos nichos, las aplicaciones prometen aprovechar descubrimientos científicos, mejorar diagnósticos médicos, aumentar la productividad agrícola e incluso equilibrar el acceso a la educa- ción. Pero, ¿cómo transformar todo ese potencial en una realidad?
La verdad es que el escenario actual es de grandes limitaciones para el desarrollo de AI en América La- tina y en los países en desarrollo de en general. Para empezar, no hay suficiente inversión. Pero ese está lejos de ser el único problema. Faltan bases de da- tos, infraestructura de investigación y de redes; falta personal capacitado y articulación con la industria.
Para cosechar los frutos de la ebullición de la inteligencia artificial, y para no quedar atrás en la carrera científica y tecnológica una vez más, América Latina necesita correr. Y rápido. ¡Hay mu- cho por hacer!
Señales de humo
En medio de las limitaciones, iniciativas basadas en la inteligencia artificial comienzan a brotar con más vigor en América Latina, indicando un mayor interés reciente por el campo en algunos de sus países. Vea- mos algunas de ellas.
A fines de febrero se lanzó en Brasil el Instituto Avan- zado para la Inteligencia Artificial (AI2), con el objeti- vo de promover, mediante la colaboración entre los sectores académico y privado, avances en el campo de la IA en el país. La idea es que el medio académico contribuya con la experiencia en investigación bási- ca, y el sector privado, a su vez, identifique proble- mas desafiantes y dé el apoyo financiero para que sean abordados. Sin sede fija, el AI2 funcionará en espacios compartidos de trabajo en las instituciones participantes, conectados por un servicio de video- conferencia.
Por el momento, ocho universidades de San Pablo integran el consorcio, además de cinco startups y ocho empresas, nacionales e internacionales, entre ellas Intel, Petrobras e IBM, que también se
Boletín Mensual de Información
  Reportaje
9





















































































   7   8   9   10   11